Capitulo 43

453 77 1
                                    


Él ambiente tenso los tenía sofocados, después de aquellas palabras Suho se alejo de él y fue a sentarse al sofá, Lay volvió a recostarse y cubrió su rostro con la sabana, mordía su labio fuertemente para no gritarle que había mentido, que el no lo odiaba, que solo estaba un poco dolido. 

-Supongo...que debería irme...- Lay alejo la sabana de su rostro y se sentó nuevamente con rapidez ante aquellas palabras.- esto es muy incómodo para ambos.- se puso de pie y quiso salir pero sus piernas y manos no le respondían, él sabia que no podía irse, no ahora que estaba junto a él después de tanto tiempo.

-No quiero que te vallas, y no puedes hacerlo, la directora dijo eso...- susurro mirando hacia otro lado y con los ojos cerrados pensó que de verdad si era mejor idea que él se fuera, pero tampoco quería que enfermara.

-Lay...¿Tu realmente me odias?.- hacer aquella pregunta era como un suicidio sin la intención, pero en su corazón aun quedaba  la esperanza de que aquello lo haya dicho por coraje y no porque realmente lo sitiera.

-Si...- Lay no sabia que ocurría consigo mismo, él no lo odiaba pero su cabeza seguía diciendo que si y su boca trasmitía él mensaje sin su permiso, quiso retractarse pero la voz de Suho lo interrumpió.

-no puedo hacer nada en contra de eso, en cuanto termine esto me iré.- Lay negó con miedo aun cuando él no lo veía, quería que volteara y le viera rogarle que no lo hiciera, que no se fuera.

-No tienes por que, si te odio pero eso no significa que no quiera que estés conmigo, ¿Porque esa es tu solución? ¿Porque no puedes pedirme que no te odie o hacer algo para que deje de hacerlo? ¿ Porque irte es la única opción? - no hubo una respuesta, pasaron cuatro horas y no salió ni siquiera una excusa de su boca, Suho se mantenía en silencio alejado de él y sin verlo.

No porque él quisiera, era tan solo la impotencia de saberse demasiado idiota como para no poder ni siquiera pensar en alguna forma para que él deje de odiarlo, era la maldita necesidad de gritarle que lo amaba tanto pero no se creía capaz de poder estar a su lado sin pensar en las estupideces que había hecho.

Las horas siguieron pasando, la oscuridad de la noche llego de repente y ninguno se dio cuenta, tampoco hicieron él intento por prender la luz, ambos estaban tan ocupados lidiando con sus corazones indecisos que simplemente se dejaron llevar por él deseo de no pensar más y terminaron por dormirse, Lay en su cama y Suho en él pequeño sofá.

Cualquiera que los viera dormir no se imaginaría lo que pasaba entre ellos, es más ni siquiera podría relacionarlos de alguna forma, aun con un par de metros de distancia entre ellos, parecía que estaban a kilómetros uno del otro, tan distantes incluso durante sus sueños.

El ruido en el hospital no cesaba, Lay abrió sus ojos al escuchar él llanto doloroso en la habitación de a lado, miro hacia él monitor que marcaba sus latidos y su corazón se acelero con miedo, lo desconecto de su cuerpo, él realmente no quería tener en su cuerpo algo que le podría marcar él fin de su vida, era aterrador. Tallo sus ojos intentando acostumbrarse a la oscuridad y miro hacia él frente donde Suho descansaba, suspiro y se puso de pie caminando hasta él y agachándose para quedar a su altura, sus manos picaron por tocar su rostro, se veía tan lindo durmiendo de esa manera, para Lay no existía hombre más lindo y guapo que su novio, nadie podría siquiera compararse con él. Estiro su mano y con la punta de sus dedos acaricio lentamente su mejilla sintiendo la suavidad y temperatura de su piel, sus hoyuelos aparecieron de forma inconsciente y sus propias mejillas estaban calientes, sus ojos observaban embodados sus labios entre abiertos y con su otra mano toco suavemente los suyos sintiendo las típicas maripositas en él estomago, sonrió tontamente y rogando porque Suho no despertara se acerco a él, al punto en que sus labios se rozaban, no quiso esperar más y junto sus labios totalmente, acabado con la tortuosa distancia y haciéndole suspirar aun sin alejarse, se sentía tan bien, era increíble.

~El mejor postor..~SuLay, Mpreg. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora