Chapter 19

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Adam me observaba sastifecho, y toco mi cabello. 

"¿Como estuvo? No me dejaste probar bocado, preciosa."

 "¿Yo ... me la comí?". el río como desquiciado.

"¿Tan duro es aceptar tu realidad? Pronto lo harás sin problema."- me sujetó entre sus brazos y beso mis labios". 

Me odiaba a mi misma por hacer lo que hice pero me odiaba aún más por haberlo disfrutado. 

Después de este día todo cambiaría, era algo que Lía no sabia, su vida como humana ya era parte del pasado, está es su vida, su realidad.

Estaba bajo el agua,  la sangre corría de mi cuerpo, mi vida era un infierno, nunca lo aceptaría, decidí acabar con todo el dolor y el sufrimiento por el que estaba pasando, ser secuestrada por el hombre que asesinó al hombre que amas, ser violada, maltradata, encerrada, obligada a comer carne humana. ¿Para que vivir?

La tina estaba completamente llena y esas voces que hace meses no escuchaba habían regresado y esta vez convenciéndome que está era una mala vida la cual yo debería terminar. 

Me sumergí hasta lo más profundo y me deje llevar a donde siempre debí estar, mi hermoso Wonderland. 

Estuve así por casi media hora, no podía comprender porque aún estaba, la puerta se abrió y ahí estaba el, observándome seriamente.

"Hasta cuando dejaras de intentar suicidarte?" - su voz era como un estruendo.

"Cuando me dejes ir".

"Siempre estaremos juntos no importa que tan distanciándose estemos, siempre juntos, hasta después de la muerte".- Salió.

Me levante de la ducha y camine hasta la puerta, pensé en abrir la puerta y está se abrió sola, no comprendía que había pasado, que significaba ser una Mish, ser propiedad de alguien más, estar atada a un hombre que no amas, actuar como una pequeña rosa que se les podrían caer sus pétalos. 

Adam intento atarme cómo siempre pero le empuje con la mente, si fui cambiada contra mi voluntad debería aprovechar, el me miró excitado  y aplaudió e sonrío.

"Bravo, así me gusta, violenta como su dueño".

"No te me acerques o te haré daño". Hablé firme 

"No puedes herirme así que se una buena chica y pásame tu mano".- se acercó e intentó atarme.

"¡Dije que te alejes!"- le volví a empujar y está ves sangro por la boca. El me lanzo  una mirada asesina, me tomo de mi larga cabellera e me lanzo al piso y apretó mi cuello fuertemente mientras lo ofalteaba.

"Me ... lastimas".- mi voz era chillona y fue cuando me soltó.

"Jamás vuelvas hacer algo así, porque la próxima te ira peor." 



Mi último respiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora