Recuerdos

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— C'est un plaisir de rencontrer une belle femme comme vous, Mish.
— ¿No hablas español?— Me observaba sin decir una palabra. — Eso supuse.
— Cálmate, habló español, en un tiempo podrás ir descubriendo los secretos de nuestra especie, hermosa dama.

Este chico era bastante guapo, joven, alpino, esos hermosos ojos tan penetrantes que me hacían estremecer, estaba atraída.

— En unos días nos iremos, necesito mantenerte alejada de todos tus conocidos e otros Mishers.
— ¿Porque no solo me dejan ir?
— Me temo que no podré dejarte ir, debo cuidar de ti, prometí cuidarte mientras el estaba lejos, ahora eres mi Mish.
— No soy un objeto al que solo pueden tomar por su propiedad en un abrir y cerrar de ojo — Caminé hasta la puerta dándole la espalda.

Mi último respiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora