Mi último respiro

¿nueva esperanza?

Me había hecho la idea de que nunca escaparía y así fue por los 5 próximos años. Aarón como hijo bastardo, creado por la avaricia y el engaño fue destinado a vivir solo sin su otra mitad, por lo tanto debía respetar la propiedad de su hermano, dejándome atrás,  viajando a lo olvido, al pasado, a lo que pudo ser pero nunca será. La terrible  noticia de la muerte de la Mish de Italia, dejo atónitos a todos los mishers y Mish, ya que la única manera de morir era por vejez y no por asesinato, enfermedad o algo que se le parezca. Emma llegó a la casa de Adam, junto con su Misher, Fradique.

— ¡Emma! - corri hacia ella y la abrace
— ¿Será posible? - esperaba con ansias un "si, por fin serás liberada"
— ¿Estás feliz por esto? - pregunto bastante sería y derramando una lágrima.
— Emma, yo ... lo siento, pero ¿como será posible?, ¿será que tengo una oportunidad de dejar esta vida tan miserable?
— Lia, escúchame, nunca apoyaré la idea de cometer suicidio ... Yo aún intento averiguar cómo murió, pude sentir el dolor tan profundo que sintió, cómo se revolteaba de un lado hacia otro mientras deseaba tener a su Mish a su lado.
— Ah... es cierto, tendremos doble muerte, ¿verdad?
— Esto no debío pasar, ellos no tuvieron hijos, ahora con la muerte del Mish y su Misher, Italia quedará sin Misher e Mish y eso tendrá un gran impacto en los de nuestra especie, necesitamos arreglar esto. - dijo aterrorizada
— ¿Será posible tener otra Misher? - pregunté súper curiosa.
— ¿En que estás pensando?
— Digo, yo ... Soy capaz de cualquier cosa contar de alejarme de Adam, lo sabes.
En ese momento Adám entro por la puerta súper furioso
— ¿Decías? - se sentó poniendo su pierna sobre la otra
— Necesito ... alejarme de ti.
— todos en esta sala escuchen, nosotros dos estaremos juntos por toda la eternidad, pase lo que pase, donde estés ahí estaré yo, siempre te encontraré.
Emma me lanzo una mirada y junto con su Mish se despidieron.
— ¿Estás pensando en dejarme? - pregunto seriamente mientras solo lo abservaba.
— ¿Sabías que en tu vida pasada fuiste mia? ¿Sabes lo que eso significa? - pregunto con una sonrisa triunfadora.  
— Desearía estar muerta y no descansaré hasta lograrlo, nunca más me tendrás. - sali dando un portazo.