toque el piano por horas, me deje de llamar tanto que no había notado que ese hombre estaba detrás de mi. Voltee y choque que con su mirada profunda e penetrante.
- Eres impresionante.- su repugnante mirada me provocaba asco, esa mirada acosadora, atroz, agresiva e malvada. ¿Cómo podía ver tanto atraves de su mirada?
- Aléjate de mi. -Hablé volteando la mirada
- ¿Aún no sabes para qué fuiste raptada o cuál es tu propósito ahora? Me perteneces, eres mía, solamente ... mia.
Es difícil explicar el asco que me provoca, apesar del buen físico, de su belleza sigue siendo un monstruo.
- Te está buscando la policia, me preguntó quién noto tu ausencia. - rió descaradamente.
- ¿fue aquel chico ... no es así? Acaso ... ustedes llegaron a algo? - su voz era calmada, suave, pero no traería nada bueno.
- No ... te juro que no. - sentía miedo, conociéndolo sabía que iría por el y le haría algún daño.
- ¿No puedo arriesgarme a que arruine todo ... verdad?
- Basta ... el no tiene nada que ver, solo ... cuidaba de mi.
- ¡¿Cuidaba de ti?! - reía como loco mientras ponía su mano en su cara, sus ojos se tornaron negro como la noche.
- Solo yo cuido de ti ... solo yo.- salió dando un fuerte portazo.
Intentaba procesar lo que había visto. Su enojo era enorme, su mirada me aterrorizaba, no podía explicarlo, no podía averiguar porque o como, hasta el punto donde llegue a pensar que no era humano.
Su tez es blanca como la nieve, sus labios rojos como la sangre, su alpina cabellera , su apariencia, su aspecto, todo perfectamente creado... era hermoso ¿como existe tanta belleza en una sola persona?
aún me encontraba sentada frente al piano, con mi cabeza abajo, tenía que escapar pero ¿cómo hacerlo? Si no existía ninguna espacapatoria, ninguna salida. El se había olvidado de mi salud, raro ¿cierto? Solía obligarme a comer pero ya sus preocupaciones dejaron de existir y ahora me encuentro aquí, encerrada, muerta en vida.
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Mi último respiro
ChickLitMe queda poco tiempo, ya vienen por mi, ojalá estuvieras aquí.