16-. Te quiero pero no fue mi culpa

2.7K 220 11
                                    

-¿Vas a tardar mucho m-? ¡Ah! ¡Plopus!

Solté el clavo ensangrentado en la caja de plástico que tenía al lado mientras me acomodaba para sacar el siguiente.

-Te dije que te iba a doler -saqué el clavo de un tirón y lo tiré a la caja junto con los demás- con este van diez, quedan cinco.

-¿¡Cinco!? ¿¡Aún!? ¿¡No puedes sacarlo con magia o algo así!? -se quejó el rubio.

-No, la piel de tu brazo se fundiría en uno junto a los clavos y la madera -expliqué- perderías toda la movilidad del brazo.

Un sonido que parecía una mezcla entre un gruñido y un lloriqueo lastimero salió de su garganta cuando arranqué el antepenúltimo clavo.

-Explícame otra vez como ha sucedido esto -dije para que se olvidara de que estaba por sacar otro clavo de su brazo, la verdad es que estaban bastante profundo.

Gally bufó cansado.

-Benny me pidió que llevara el tablón a su sitio mientras el terminaba de clavar la ¡Ah! ¡Joder! ¡Pero avísame, garlopa!

-Calla, ya solo queda uno. Venga, sigue contando la historia.

-No, no quiero ¡Ah! ¡(TN)_____! -volvió a quejarse frunciendo sus extrañas cejas.

-Ya está, clavos fuera -dije llevándome la caja y los tablones a otro sitio. Agarré unas cuantas vendas y volví junto a Gally.

-¿Qué haces? ¿No se supones que puedes hacer magia para curar a la gente? Para eso te quedaste aquí -se quejó mientras le ventaba el brazo.

-¿Quieres hacer el favor de guardar silenció? -le metí una de las vendas a la boca- Gracias

Enrollé el brazo en la otra venda e hice brillar mis dedos mientras Gally seguía quejándose de manera incomprensible, coloqué mis manos en su brazo unos segundos y después se lo desvendé

-Ya está, como nuevo.

-Esto era innecesario -dijo al sacarse venda, ahora mojada, de la boca y lanzarla desde donde estaba hasta la papelera de enfrente, dio en el borde y se calló al suelo.

-Que malo eres -me burlé. Gally chasqueó la lengua- recógela al salir. Gracias.

Volví hacia los clavos y el tablón que había apartado anteriormente, saqué los alicates de la caja y tiré lo demás, en el momento en el que fui a colocar la herramienta en su sitio vi aquello que Newt me entregó y que se me olvidó devolverle. El lápiz para piedra. Era una excusa perfecta para hablar con él.

Agarré aquel pesado instrumento y salí corriendo en dirección al huerto sin pensarlo dos veces porque si lo hacía, sabía que me iba a arrepentir.

No muy a lo lejos estaba él, toda su ropa estaba llena de barro y su cara ligeramente manchada de polvo. Su pelo rubio y revuelto que brillaba por los rayos del sol junto a las finas gotas de sudor que resbalaban por su frente. Él, el chico del que estaba enamorada. Eros había disparado su flecha en mi dirección el día que llegué al claro. Su cara de confusión cuando me vio por primera vez me pareció tan adorable... Su forma de ser conmigo, tan dulce, tan tierno y ahora tan frío y distante. Necesitaba volver a lo que éramos antes, necesitaba volver a sentir aquellas mariposas cuando estaba a su lado, necesitaba volver a sentir aquella sensación indescriptible que afloraba en mí cuando junté mis labio con los suyos por primera vez. Necesitaba recuperar al Newt del que me enamoré.

-¡Newt! -no me hizo caso- ¡Newt!

Jadeando paré frente a él, me miraba aburrido con una ceja alzada.

¦『🧭』ERROR DE COORDENADAS  ¦ [NEWT Y TÚ] {EDITANDO} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora