Noche de chicas

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Esa tarde, Kendall y yo fuimos a comer a un lugar de mariscos cerca del muelle. Fuimos a Central Park y no hicimos nada más que platicar sobre bandas. Volvimos a casa a eso de las 6:30 p.m., donde Kathy estaba decorando la casa con los objetos de navidad.

-Hola, mamá- dijo Kendall acercándose a ella y dándole un beso en la mejilla

-Hola, cariño. ¡Wow! Estuvieron casi todo el día fuera; ¿Qué hicieron?

Kendall y yo nos miramos el uno al otro con una mirada de cómplices.

-Pues no mucho, fuimos a un restaurante de mariscos cerca del muelle, a central park y solo... Platicamos- lo dijo muy tranquilo

-¿Y se divirtieron?

-Oh si, muchísimo. Creo que uno de los mejores días de mi vida- dije guiñándole un ojo a Kendall, quien me devolvió el gesto

-Muy bien, niños

-Oye, mamá, ¿Necesitas ayuda con algo?- preguntó Kendall mordiéndose el labio

-No, gracias hijo. Vayan a divertirse o algo

-Perfecto- caminamos a las escaleras, fuera de la vista de Kathy, cuando Kendall se acercó a mi y me susurró- No hagas ruido- ¿Que esta planeando?

Antes de que me diera cuenta, me cargó en sus brazos como una típica pareja de recién casados y subió las escaleras hacia mi cuarto. Abrí la puerta, entramos y la cerré de nuevo. Se dirigió a mi cama y se lanzó conmigo en sus brazos. Cuando caímos, empezamos a reir.

-¿Te he dicho que estas loco?- dije entre risas

-Hmm quizá. ¿Yo te he dicho que me encantas?

-Hmm quizá

-Oye, Kathy dijo que nos divirtiéramos- se puso encima de mi y me guiñó un ojo- Deberíamos obederle

-No lo creo, Schmidt- me moví de debajo de el, tomé una almohada y se la lanzé

-Ah, ¿Con que así quieres jugar, eh?- Se fue acercando a mi

-No te atrevas- dije retrocediendo

-Oh, ya es muy tarde cariño- comenzó a perseguirme por mi habitación. Se siente como un déjà vu. Un bonito déjà vu

-Detente, Señor Doble Arcoíris- dije poniendo mis manos al frente. Se quedó boquiabierto, poniendo cara de ofendido

-De acuerdo, esto merece guerra- corrió hacia mi, logró tirarme en la cama y comenzó a hacerme cosquillas

-¡Kendall! ¡Detente!- dije entre risas. Creo que es una costumbre para el hacerme cosquillas- ¡Hablo enserio!- se rindió y se puso a un lado mio

-De acuerdo, tu ganas preciosa- levantó las manos en señal de rendición

-¿Por qué siempre me haces cosquillas?- pregunté

-¿Aún no lo sabes?- dijo incrédulo pero algo divertido

-No, ¿Qué es?

-Es por tu risa- dijo con una sonrisa encantadora, lo que me hizo paralizarme- Tienes la risa más bonita que he escuchado. y además, cuando ríes, por consecuencia sonríes. Y eso fue una rima haha- ese comentario me hizo reír- ¿Ves? Ahí esta de nuevo- apuntó a mi sonrisa

Me puse encima de el, le di un beso y me recosté en su pecho- Eres encantador, ¿Lo sabes?

-Creo que ya he escuchado eso antes- me rodeó con sus brazos y me apretó contra el

Estuvimos así unos ¿Cinco? ¿Diez minutos? Hasta que me separé de el y me puse de pie. Miré el reloj y vi que eran las 7:00 en punto y pensé que todo esto lo debía saber Clary. Tomé mi celular y le mandé un mensaje

Diciembre 21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora