Capítulo 3 (Editado)

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—No, mejor no. Es una mala idea. Voy a lastimar a mucha gente, no quiero lastimar a más nadie — expresé en mi mente —. Mejor hasta aquí lo dejo. Es muy arriesgado hacer esto, no quiero sufrir más de lo que ya he sufrido — seguí.

Cerré mis ojos he intenté dormir pero era imposible. Era imposible dormir lejos de mi hogar, me sentía raro, torturado, aturdido, este lugar tan ordenado me desesperaba, el sonido del silencio, el viento de paz, las hojas que caían a causa del otoño golpeaban las ventanas, tanta tranquilidad me aturdía, estaba desesperado de tal manera que no pude contener las ganas de gritar. Ese lugar me aterrorizaba, no sabía por qué pero me asustaba, e incluso me parecía familiar, no recordaba de donde lo había visto pero me parecía que había estado allí antes.

Mis gritos fueron tan fuertes que unos minutos después, entró la enfermera la cual al verme puso una cara como si hubiera visto el espectro más horroroso, diabólico y demoníaco que existiera en la tierra; okey, debo aceptar que había perdido mi encanto, y servía para protagonizar una película live action del "Jorobado de Notre dame" haría muy bien de cuasimodo, pero tampoco era para asustarla de tal manera.

Después de varios segundos de estar observándome, volví a la realidad para preguntarme:

— ¿Qué te pasa?

— ¿Volvimos con el interrogatorio?— me pregunté.

Traté de calmarme y le respondí:

—No lo sé, solo que este lugar me parece familiar y me asusta— dije tratando de zafarme de la cintas de seguridad.

—Tu no recuerdas este lugar ¿Cierto?, ¿no me recuerdas?—expresó.

— ¿Qué?

Estaba confundido no entendía absolutamente nada de lo que estaba pasando.

—Tú ya estuviste en esta clínica. — Suspiró.

— ¿De qué me está hablando ésta loca? — Me pregunté.

—Conmigo... — siguió mirándome a los ojos.

—No te entiendo, me confundes. Explícame que no entiendo nada de lo que está pasando— dije aun intrigado.

Se sentó para explicármelo.

Después de eso todo se hizo mucho más claro ya comprendía lo que estaba diciendo o mejor dicho, recordaba todo.

Al parecer hace tiempo yo había estado en esa clínica, cuando estaba pequeño y mis papás no sabían cómo controlar mi enfermedad, entonces, decidieron traerme aquí. Por eso la habitación se me hacía tan familiar, aunque aún había algo que no comprendía, estábamos en pleno 2016 y eso fue hace mucho tiempo. Es increíble que en ese lapso de tiempo no hayan cambiado absolutamente nada. Ah, con respecto a la enfermera, ella fue paciente de ese lugar, fue mi amiga, y ella también tenía esquizofrenia.
Pudo controlarla y ha salido adelante a pesar de los prejuicios y rechazos de la sociedad. En el momento que supo que estaba en la clínica pidió cuidarme, al parecer pensaba que aún me acordaría de ella y seríamos buenos amigos como antes. Pero como siempre yo estaba dañando las expectativas y los sueños de los demás.

— ¿Qué más cruel podría ser? — me pregunté.

Además ella estaba dispuesta a ayudarme a salir de la situación en la que me encontraba.

— Esta mujer que se ha creído ¿la súper heroína de la historia? Aunque... si ella pudo, ¿por qué yo no podría? — pensé. Pensándolo bien son cosas completamente diferentes. Ella no tiene un pasado que la atormente y le haga su existencia miserable y yo sí. Existe mucha diferencia entre ella y yo. — interrumpió otro pensamiento.

Claro está, yo quiero controlar esto y vivir en paz pero eso es imposible. Mientras mi pasado exista, ser feliz es imposible. Yo estoy condenado a sufrir siempre.

— ¿O quizá no? — Me pregunté. Estoy cansado de sufrir por culpa de esta enfermedad. — Dije llorando.

—Te lo vuelvo a repetir, te voy a ayudar, el psiquiatra y yo te vamos ayudar, solo debes poner de tu parte. —

—Está bien, creo que lo voy a intentar, pero va a ser difícil. — Dije mirando a al vacío.

— ¿Quién ha dicho difícil? Eso es imposible. — Pensé contradiciendo todo lo que decía.

— ¿Difícil? Si va a ser muy difícil. Nada en esta vida es fácil. — Expresó sonriendo.

—Sí, lo sé. Pero mi pasado lo hará mucho más difícil. — Dije mirando fijamente sus oscuros ojos.

— ¿Pero qué dices? Tu pasado lo hará más imposible de lo que ya es. — Vuelve a interferir otro pensamiento.

— ¿Qué pasado? Podría saber ¿Qué hiciste en tu pasado?— Preguntó intrigada.

—No puedo decirlo. — Respondí nervioso.

—Vamos, Confía en mí. — Dijo tomando mi mano.

—No, si lo hago tendré un ataque y no quiero, le haré daño a muchos y a ti, a mí. No quiero. En mi pasado lastimé a muchos, no quiero volver allí. — Dije con lágrimas contenidas en mis ojos.

—Está bien, tranquilo, aquí te vamos ayudar a ser feliz, lograras vivir bien, en paz y armonía con todos, créeme que lograrás hacer catarsis. — Dijo sonriendo.

— ¡Catarsis! Lograr hacer catarsis. — Decía una y otra vez en mi mente.

Hacer catarsis de mi pasado era algo que había anhelado siempre, estaba harto de vivir atormentado por un triste momento, estaba harto de que las mariposas y las rosas me hicieron daño.

Estoy cansado de ocultarme, cansado de odiar, cansado de no tener a quien amar, cansado de estar solo; sin amigos, sin familia y... sin amor; agotado de tener un caos en mi mente, cansado de morirme por dentro.
— ¡Quiero vivir! Necesito ser feliz. ¡Necesito hacer catarsis! — expresé—.Quiero encontrar la paz, hallar una armonía entre mi cuerpo, mi alma y mi espíritu.
Este pasado va a dejar de atormentarme si logro hacer catarsis —. Espero que esto funcione — decía dudoso en mi mente.
Sin embargo me aterraba la idea de tener que recordar; sabía muy bien lo que pasaba cuando evocaba todo eso que tanto daño me hacía.

— Pero si no me arriesgo. ¿Qué he de lograr? — Me pregunté mientras miraba al vacío.

CATARSIS: La vida es un cúmulo de crueles recuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora