Ella me miró confundida.
—Soy-yo-Richard-tu-esposo...
Ella inclinó la cabeza...
—Ri-chard...
—Yo sé quién eres — dijo aún sonando confundida —, todo este tiempo has rondado por mi mente...
Yo sonreí.
El tiempo pasó, y todo, todo cambió para mí, fue duro comenzar a comprender que ahora todo era diferente, que el amor de mi vida siempre estuvo viva, y que Lucero y Moisés me lo ocultaron porque creyeron que saberlo, podría dañar todo lo que había logrado conmigo. Con unas palabras, unos recuerdos felices, otros tristes, Ariana, volvió a ser mi Ariana, a besarme, a abrazarme, volvió a ser ella.
Arthur logró ser libre, y ahora está conmigo, con Lucero, Ariana, Alizza y Henry, los sucesores del Proyecto Catarsis.
Yo, yo logré ser feliz, logré sonreír, logré sentir catarsis y comprender tantas cosas y saber tanto y conseguir tanto... Yo aprendí a ser fuerte, aprendí a mantenerme firme y aprendí también, que las cicatrices nos hacen cada vez más fuertes, que la vida es un cúmulo de crueles recuerdos que nos susurran al oído, todo va a estar bien... Y además descubrí quién fui, quién era y quien soy.
Nací en Italia, mi madre estaba enferma, mal de la cabeza, me dio en adopción, una pareja me adoptó en uno de sus viajes a Italia y dejé de ser un Rivas Bornacelli y me convertí en un Martínez Fernández.
Esquizofrénico.
Pasó.
Sufrí.
Lloré, los conocí y todo cambió.
Ahora, yo, conocía quién era y tenía un ángel y un pacto, una promesa, podía cumplirse.
Ella y yo, estábamos en el atardecer, ahí, justo ahí donde juramos aquella vez y con un beso, las mariposas volaron alrededor, y no pasó nada, yo ya no tenía miedo del pasado, porque el pasado había forjado mi carácter. Ya no sentía temor, porque se había ido, ahora confiaba en lo fantástico y en el corazón, y algo que antes había sido mi infierno, ahora era un arma y algo que amaba.
Moisés siempre estuvo conmigo, vivo, ferviente en mi corazón, apareciendo de vez en cuando en una alucinación.
Y el proyecto que me hizo ser feliz, ahora hacía feliz a los demás, porque para eso había nacido. No para sufrir, sino para ayudar a los demás a volver a sonreír.
—Richy... amor, ¿qué crees?
— ¿Qué?
— ¡Estoy embarazada!
Ya sabía quién era, Richard Andrés Martínez Fernández, un hombre esquizofrénico que fue atormentado por un cruel pasado, pero que ahora ese pasado no era más que un simple recuerdo entre ese cúmulo de memorias que hoy por hoy, le hacían escribir una historia, llamada: CATARSIS.
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CATARSIS: La vida es un cúmulo de crueles recuerdos
Misterio / Suspenso"Convierte tu pasado en mil razones para vivir. Convierte tu presente en un agente de cambio para que tu incierto futuro no sea un clon de tu pasado, es decir, para qe tu vida no sea un cúmulo de crueles recuerdos" Conoce a Richard y conoce su mundo...