Capítulo 01 | Min Yoon Gi y Jeon Jung Kook

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Todos somos diferentes en cierto modo, pero ese no es motivo para tratar mejor o peor a una persona que a otra. 

Cuando Yoon Gi nació, su madre lo odió y lo amó con todo su corazón. Quizás porque se parecía a su padre y porque en cierto modo tenía un aire a ella. Pero no sólo fue por eso que odiaba y amaba a su hijo, también porque este sufría una malformación craneoencefálica en la cara, y que afectaba al oído. 

Eso supondría que el pequeño azabache tendría una vida un tanto dura.

No queremos admitirlo, pero la belleza si importa en cierto modo. Queremos hacernos creer a nosotros mismos que no somos superficiales, pero esa es una gran mentira. 

De todas formas, Yoon Gi era hermoso. Lástima que nadie se lo dijo y que él no se dio cuenta

— Es horrible — susurró Yang Mi para si misma, mientras veía a su bebé—. ¿Cómo eso ha salido de mi?

Yang Mi siempre ha sido una mujer muy hermosa. Con la piel tersa y blanca, los ojos grandes y oscuros como la noche, la nariz de botón y sus mullidos y perfectos labios. A ella le fue concedido el don de la belleza exterior, pero por dentro estaba podrida. 

Deberían haber tratado mejor a Yoon Gi en aquel entonces.

A pesar de pensar que su hijo era un monstruo, lo alimentó y le dio un hogar el cual vivir. Pensó constantemente en tirarlo al contenedor de basura que estaba al final de la calle, arrojarlo a las vías del tren o incluso ahogarlo en el río Han.

Nunca le dio amor, ni cariño y apenas atención que necesita un niño a esas edades. Aquello hizo que Yoon Gi se fuera rompiendo poco a poco, claro que él no lo sabía.

La deformación de su cara era horrorosa una vez la veías, pero su voz era dulce y angelical. Podía dar miedo e incluso repulsión, pero era tan sólo un niño. Un niño que buscaba amor y no le fue dado.

Cuando su madre traía a sus novios, siempre le decía que se quedase en su cuarto y que no le abriera la puerta a nadie. Él como el niño obediente y educado que era, le obedeció sin rechistar. Se ponía sus cascos viejos, y escuchaba música para dormir.

Hubo una vez que su madre le pegó a Yoon Gi.

Ese día Yang Mi había sido despedida de su trabajo como cajera por razones desconocidas. Pero al volver a casa estaba algo ebria y por lo tanto, con los sentimientos a flor de piel. 

El pequeño Yoon Gi de cuatro años se acercó para ver como estaba, pero ella lo repudió. Lo empujó con tal fuerza, que el pequeño se hizo un corte en la mejilla.

— ¡Ni se te ocurra tocarme, monstruo!— le chilló con tal furia, que hizo al niño llorar en silencio—. ¡Por tu culpa tengo esta suerte de mierda!

— Mamá...n-no digas...

Su otra mejilla fue golpeada por la mano de su madre. Había sido abofeteado con tal fuerza, que sentía su moflete arder y doler. 

— ¡Cierra el pico! — levantó aún más la voz —. ¡Nuestra vida es una mierda por tu culpa Yoon Gi! Si tan sólo hubieras nacido hermoso como yo...todo habría sido diferente.

« Todo habría sido diferente »

— Me voy a la cama— anunció un poco más calmada y se fue en dirección a su cuarto.

— Mamá...

El azabache se preguntaba que había hecho mal. Pensó en todo lo que había hecho durante el día y no recordaba nada que se saliera de sus diminutas manos. 

Yoon Gi no se movió de ese sitio en todo lo que restaba de día. Se quedó tirado, temblando y llorando mientras deseaba que su madre le amase.

Sentía envidia cuando iba a la escuela y veía que todas las madres de sus compañeros le brindaban amor y cariño a ellos. Y si sus madres no habían podido ir, iban los padres, quiénes les daban lo mismo.

Be the best (KookGi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora