Capítulo 27| Chocar y arder pt.3

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Dolor, una simple palabra que abarca sentimientos horribles que hacen que tu mente y tu cuerpo se estremezcan. Parece increíble como es que una palabra de cinco letras puede describir con simpleza lo que estaba sintiendo Jung Kook en esos momentos cuando vio la expresión de Yoon Gi al contarle lo que había sucedido.

Y es que los sentimientos, a pesar de poder describirse con palabras simples, la sensación tan profunda y compleja de estos no se puede escribir. Es algo que sientes, y que solo el mismo portador de ese dolor sabe como se siente. Es una sensación horrible, de miedo, angustia y algo más complicado. Es como un revoltijo de emociones que se apoderan de tu cuerpo solo para hacerte sentir como que estás muriendo en vida.

Aunque así parecía ser para Yoon Gi.

"Parece ser que por mucho que intente alejarme del infierno este vuelve a mí, o más bien vive en mí."

— Lo siento mucho — Jung Kook apretó ligeramente las suaves y blancas manos de Yoon.

Min lo miraba directamente a los ojos, aquellos hermosos orbes que siempre tenían una pizca de chispa hoy se encontraban vacíos. Se veían igual que cuando lo encontró tirado en aquel sofá con los pantalones bajados. Era estremecedor lo que aquella mirada vacía le hacía sentir.

Yoon Gi estaba paralizado, las duras palabras provenientes de la dulce voz de Jeon le habían dolido. Pero ya no sabía como reaccionar al dolor de tantas veces que lo había sentido en su corta y miserable vida, sí, así era como se sentía, como un miserable. Pareciera que a cada paso que intenta avanzar algo le impedía continuar, es como si su destino fuera ser vejado y maltratado por el resto de su vida. ¿Es qué acaso no merecía ser feliz?

« No, no volví para ser feliz. Volví a este mundo con el propósito de vengarme de aquellos que me hicieron ser un desgraciado. Todo esto que ha pasado...»  

— Yo... — al de cabellos azabaches a penas le salía la voz.

Su cuerpo ya no sabía que hacer, su mente trabajaba a mil por hora para recordarle lo inútil y lo sucio que era y a la vez ésta parecía no asimilar del todo la noticia. Cuando enfrentas situaciones tan caóticas y miserables en tu vida, hay un punto en el cual las lágrimas no son suficientes para aliviar ese dolor punzante y mortífero que se te acumula en el pecho. 

Así que, sin esperárselo ninguno de los dos, Yoon Gi agarró su cabello totalmente negro con sus propias manos y escondió su rostro de Jeon. Fue entonces cuando en vez de salir sollozos por su boca empezaron a salir carcajadas, al principio eran suaves pero poco a poco fueron subiendo de intensidad. 

Jung Kook lloraba en silencio, viendo como las carcajadas de Yoon Gi sonaban más como gritos de dolor. Lágrimas salían de los ojos del de piel nívea, sus mejillas se habían teñido de rojo y su cuerpo temblaba por completo. Quería consolarle, quería que existiera una especie de cura para evitar todo este sufrimiento a su amado, quería volver al tiempo y haberle evitado todo esto.

— Parece que nunca voy a librarme — una sonrisa triste y rota se coló en sus rosados labios —, vaya donde vaya, esté donde esté, soy solo...

« Un chico roto. »  

Sentía náuseas, miedo, ira, hostilidad y tormento. Quería vomitar, quería lavarse todo el cuerpo hasta que saliera sangre para no volver a recordar las manos de ese desgraciado. Su cerebro había desbloqueado todos los recuerdos dolorosos de la noche anterior, como si en vez de protegerlo quisiera herirle de todas las formas posibles. 

En su mente, la cara de Jun Wook se veía más nítida que nunca. Como este lo tocaba sin su consentimiento, como lo besaba sin que este pudiera reaccionar, como lo desnudaba para poder aprovecharse de él... En definitiva él era su mayor demonio, él y su hermana. El castigo de los Kim parecía no terminar jamás, tenía la horrible sensación de que se saldrían con la suya y que todo lo que hizo hasta este momento no serviría de nada.

Be the best (KookGi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora