Capítulo 21|El día que nos conocimos

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Kim Jun Wook era el primogénito del prestigioso matrimonio Kim. Sus padres lo adoraron cuando nació y lo colmaron de los mejores regalos que uno podría desear. Se había criado entre riquezas y lujos a más no poder e incluso le habían otorgado una educación especial.

Pero no es oro todo lo que reluce.

El joven Jun Wook presentó problemas sociales a temprana edad debido a que no sabía como tratar con otros niños, ya que a él le encantaba lastimarlos y hacerlos sentir como si fueran sus esclavos. Hirió innumerables veces a sus criadas con agujas o chinchetas e incluso mató a varios pájaros, gatos y perros que se cruzaban por su camino. 

Él estaba podrido por dentro, pero el dinero y el poder que poseía eran suficientes para cubrir toda esa inhumanidad que habitaba en él. Su cara de ángel, su cuerpo de modelo y su gran riqueza bastaba para conquistar al mundo de cara pero herir a personas en las sombras.

Todos le tenían miedo.

Fue en aquel entonces cuando sus padres decidieron que él asistiría a una escuela de una vez por todas. Tanto tiempo estudiando en la gran y lujosa mansión quizá había producido aquella maldad que habitaba en el cuerpo de su hijo, pero no podían estar más equivocados. 

El joven Kim adquirió una gran habilidad para camelarse a la gente y manipularlos a su antojo, era amable y siempre los compraba con obsequios que no se podrían encontrar fácilmente. Y si de esa forma no servía, siempre estaba dispuesto a sembrar el terror y el pánico.

Sus padres estaban orgullosos y satisfechos con el cambio que había pegado su primogénito, adoraban a su niño con todo su corazón. Pero Jun Wook no parecía pensar de la misma manera ya que pensaba que su vida se había vuelto monótona e insípida.

Hasta que conoció a la criatura más débil e inocente del mundo: Min Yoon Gi.

Sintió una especie de escalofrío en cuanto sus miradas se cruzaron, en ese instante supo que había algo mal dentro de él que por fin cobraba sentido. Era imposible que se hubiera enamorado a primera vista de alguien tan deforme y feo como lo era aquel muchacho y menos sabiendo que era el enemigo número 1 de su hermana pequeña.

Lo estuvo observando por varios días hasta que llegó a la conclusión de que el hecho de que Yoon Gi despertara algo en él no era más ni nada menos que rabia, o eso era lo que pensaba. Quería verlo llorar, quería verlo arrodillado y suplicando clemencia como sus antiguas criadas, quería verlo destruido. 

Haría de la vida de aquel pobre chico un infierno.

Se dio cuenta que cada vez necesitaba hacerlo sufrir más y más, quería llevar a ese chico marginado a la locura máxima y a la oscuridad infinita. Se sentía extrañamente poderoso e invencible cada vez que destrozaba al azabache. Le arrebató su bondad, su ingenuidad, su inocencia y su pureza poco a poco. Amó cada momento que le quitó su humanidad y como el brillo en sus ojos iba desapareciendo poco a poco.

Hasta que desapareció.

En esos momentos Jun Wook sufrió un colapso, necesitaba verlo de nuevo, necesitaba estar cerca de él fuera de la forma que fuera. Aquel chico se esfumó de la noche a la mañana y no había dejado rastro. Quiso buscarlo pero no sabía como hacerlo y tampoco sabía si estaba vivo o muerto después de todas las atrocidades que le hizo. 

Fue así como pasaron los años hasta que llegó a la universidad. Pensando en aquel gordo y deforme chico casi todos los días de su vida. La electricidad que invadía su cuerpo nada más verle había desaparecido, aquella emoción se había esfumado desde que Min había desaparecido de su vida. Intentó varias cosas para volverse a sentir vivo, para saber que sentía algo pero todo fue en vano.

Be the best (KookGi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora