Be the best (KookGi)

Capítulo 12 | Motivo o causa

En esta vida todos buscamos un motivo para seguir viviendo, algo que tenga un valor para nosotros y que eso permita que podamos seguir avanzando. Sin embargo, ¿son acaso todos los motivos válidos para seguir viviendo?, ¿existen motivos para dejar de vivir?, ¿qué es lo que buscamos exactamente durante este largo o corto período al que llamamos "vida"? 

Debería ser bueno buscar cualquier motivo que te mantenga vivo, pero, ¿cómo saberlo?, ¿y si ese motivo luego es la causa de la desgracia de otras personas? No podemos saberlo. 

Entonces, ¿vale la pena vender el alma a un demonio disfrazado en hermosura para arruinar nuestra vida?

Yoon Gi había conseguido encestar ya tres veces en menos de diez minutos. Era observado por unas alumnas las cuales se habían vuelto sus fans, a pesar de ser su cuarto día en la institución, y por el líder del equipo de básquetbol: Park Chan Yeol.

Había decidido quedarse en el gimnasio para ver el amistoso partido. En un principio no tenía ganas de ir a verlo, pero su amigo (y escolta en el equipo de básquet) le había dicho que Yoon Gi, el chico nuevo, jugaría. 

Park no era alguien a quien le interesasen mucho los chismes ni los rumores, con suerte y utilizaba instagram. Vivía entrenando duro, quería obtener una beca deportiva y poder entrar en una buena universidad con un gran programa de entrenamiento. Su meta de ese año era ganar el campeonato intercolegial y que su equipo estuviera orgulloso. Había intentado múltiples veces convencer a Jung Kook de entrar en el equipo, sabía cuan talentoso era en el ámbito físico, pero el castaño siempre se había negado. 

Así que en cuanto escuchó los rumores de que aquel chico nuevo, Min Yoon Gi, había captado la atención del Príncipe Jeon, también captó la suya. Lo había visto caminar por los pasillos al lado de Lee Jong Suk, otro de los chicos más codiciados del centro, y eso era un puntazo. Sin embargo, en cuanto Park puso sus ojos sobre él, el mundo se detuvo.

Min Yoon Gi no necesitaba a nada ni a nadie para hacerse ver ni para hacerse un nombre, su aura ya hablaba por su cuenta. El andar felino, la mirada oscura y penetrante, la expresión serena y su rostro de muñeco de porcelana era una de las tantas cualidades que el joven poseía. No compartían clase, Chan Yeol iba al aula 2-2, pero había escuchado tanto hablar sobre él que le pareció una especie de estrella de Hollywood. 

Mientras Park miraba fijamente al de piel nívea, este sudaba y sonreía para sus adentros al ver la facilidad que tenía para poder esquivar, robar la pelota y encestar. En su anterior cuerpo no podía hacer ni un cuarto de lo que hacía con este, se sentía como una especie de pájaro el cual estaba extendiendo sus alas.

Se sentía extrañamente libre y extrañamente contento.

Unos compañeros de su clase se le habían acercado con educación y le habían propuesto jugar. En un principio iba a negarse e irse a casa a comer tarta de manzana, pero lo pensó mejor y aceptó. Jong Suk, quien estaba a su lado cuando se lo preguntaron, se sorprendió ante la respuesta afirmativa de su amigo y compañero de trabajo. 

Antes nunca nadie le había preguntado si él quería jugar, quedar o incluso pasar el rato. Tuvo a Kang Seul Gi pero las cosas no resultaron como él esperaba. De todas formas, aquellos recuerdos distorsionados de una silueta y una dulce voz lo atormentaban de vez en cuando. No sabía si deseaba recordar, pero por mucho que lo intentara él solo tenía un gran dolor de cabeza.

— ¡Sí, Yoon Gi eres el mejor! — vitoreó Lee mientras hacía movimientos excéntricos dedicados a él —. ¡Señoras y señores, ese chico tan talentoso es Min Yoon Gi!

Yoon Gi le lanzó una mirada de advertencia porque se sentía avergonzado, pero en el fondo sabía que Jong Suk era buena persona y esa era la forma de actuar que tenía con él.