Estaba acabando de echarse las sombras en tonos marrones sobre sus párpados. Se miró en el espejo por vigésima vez, analizando su vestimenta, peinado y maquillaje. Ese día iba a ser la fiesta en casa de Park Ji Min y quería estar radiante, quería enseñarle a todo el mundo lo bello que era por fuera.
— Ya que se me ha concedido otra oportunidad, la aprovecharé — murmuró.
Llevaba unos pendientes con forma de cruz, un collar fino de plata, una camiseta blanca manga corta de satén, unos pantalones largos del mismo color, y por último, unas zapatillas negras con el logo de la marca Balenciaga. En definitiva iba vestido de forma sencilla pero en él lucía como una obra de arte. Además, se supone que había un dress code en la fiesta.
— Ese pantalón te hace la cintura más pequeña — dijo Seok Jin quien de repente se encontraba en el umbral de la puerta —. Te ves lindo, ¿vas con la intención de ligar con alguien en la fiesta?— sonrió de forma pervertida y Min rodó los ojos.
— Voy con la intención de hacer vida social, tal y como tú querías — le contestó de forma tranquila y se echó bálsamo labial con un poco de color en sus belfos.
— ¿Quieres que te lleve o algo?
Min negó con la cabeza.
— Voy a ir con los del equipo de baloncesto, creo que conduce Min Gyu — apretó sus labios para que se extendiera el color.
—¿Dormirás en casa o te quedarás con alguno de ellos? — el castaño de hombros anchos estaba algo preocupado.
—Tengo la intención de dormir en casa, pero si ocurriera cualquier cosa me iría a la casa de Jong Suk.
— Vale, me quedo más tranquilo — suspiró Jin —. Llámame o envíame un mensaje cuando hayas llegado a la fiesta y cuando hayas llegado a casa.
— Entendido— sonrió ligeramente y se giró en dirección al chico que le había cuidado estos últimos meses —. Hyung, no te preocupes. Estaré bien, sano y salvo.
El castaño asintió no muy convencido. Se había encariñado con Min desde el primer día que lo vio, le recordó al hermano pequeño que nunca tuvo y el cual debía proteger a toda costa de todos y de todo. Él siempre había sido una persona autosuficiente, pero desde que se fue de casa y empezó a vivir su vida, extrañaba la sensación de tener a una familia.
Seok Jin siempre había sido un chico muy bello al cual se le había criticado desde muy joven debido a su dejada apariencia. Sus padres intentaron de todo para que se arreglase pero él había sido muy rebelde en aquel entonces. Nunca le dieron una paliza debido a que cuando se sacaba las gafas la gente se quedaba embobada con su angelical aspecto. Descubrió el arte y las ventajas que tenía el hecho de ser bello.
Le aceptaron en varios trabajos fácilmente a la edad de diecisiete años. Trabajó como camarero, como acomodador de asientos, en una tienda de conveniencia, etcétera, etcétera. Le pagaban bastante bien, no podía quejarse. Quería ahorrar todo el dinero que pudiera y vivir alejado del techo de sus padres, los amaba con todo su corazón pero él quería ser independiente.
Hasta que un agente de modelaje se le acercó y le ofreció trabajo como modelo. Al principio ganaba lo suficiente como para subsistir, pero luego le presentó una gran cantidad de oportunidades que le garantizaban el éxito. Fue en ese momento donde Seok Jin empezó a ser reconocido en las calles, a tener miles de seguidores en sus redes sociales e incluso varios clubs de fans que lo apoyaban a muerte. Fue invitado a programas de variedades, a entrevistas de radio y televisión. Estos sucesos provocaron que la gente no solo se enamorase de su bello aspecto, sino que también de su divertida, apasionada y carismática personalidad que tanto lo caracterizaba.
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Be the best (KookGi)
Fanfiction❝Sacrifiqué todo lo que yo era para ser hermoso.❞ *Yoon Gi Bottom •¡Cuidado! Si eres sensible a temas fuertes y padeces ansiedad o depresión, no recomiendo esta historia. Leer con precaución ❤