Be the best (KookGi)

Capítulo 30| Planes y objetivos

Cuando Yoon Gi llegó a su apartamento, luego de una larga estadía con Jeon donde se dieron besos y vieron dos capítulos de Black Mirror, se percató de que Seok Jin no estaba solo en el departamento. Ji Min lo estaba esperando.

— Yoon Gi, ¿dónde estabas? — el de cabellos rubios se acercó a él y le examinó de arriba abajo—. Se supone que estás enfermo, ¿adónde has ido? — la mirada de Ji Min tenía algo más que solo preocupación.

« Dios, estoy jodido. Tengo que pensar en una buena excusa. » 

— Yo...

— Ya te lo he dicho Ji Min — Seok Jin salió de la cocina con una bandeja de galletas con chispas de chocolate —. Ha ido a la farmacia que está a tres calles.

— ¿Y la medicina, Yoon? — Park quería saber donde estaba cuando se suponía que habían cancelado su cita porque el azabache no se encontraba bien.

Min tosió varias veces de forma que se viera bastante creíble y le dio una mirada a Seok Jin pidiéndole ayuda.

— No les quedaba nada — el de hombros anchos se fue un segundo a su cuarto y trajo una caja con medicamentos para la tos que no estaba abierta —, así que le dije que volviera ya que yo le compraría una de camino. Ya te lo había dicho, ¿no?

Park asintió y miró otra vez con preocupación a Yoon Gi. Se había preocupado demasiado por su novio, el simple hecho de pensar que estaba solo sin nadie que lo cuidase hacía que su corazón entrase en una especie de pánico. Quería estar ahí para Min, daba igual el estado en el que este se encontrase, él iba a estar para él.

— Ji Min, ¿qué haces aquí? — tosió un par de veces más —. Pensé que te había dicho que no quería pegarte nada.

— Sí, lo sé. Pero no podía quedarme en mi casa tan tranquilo sabiendo que estás así — le acarició la mejilla y luego el cabello, después, se fijó en algo —. Yoon Gi, has perdido uno de tus pendientes.

— ¿En serio? — Min rezó para que no se le hubiera caído en casa de Jeon o en su coche, de verdad que estaba en apuros —. Será que no habré ajustado del todo la tuerca, qué mal — tosió otra vez.

Jin los miraba a ambos y sobre todo a su compañero de piso, en cuanto se fuera el rubio le pediría explicaciones. 

— Bueno...¿por qué no coméis un poco y así entráis en calor? — ofreció el mayor con una suave sonrisa —. Yo tengo que hablar un momento con mi mánager, pero enseguida vuelvo — los dejó solos en la sala.

Durante el rato que estuvo Ji Min ahí, Yoon Gi fue acurrucado, tapado y besado por el rubio. Cada vez que pasaban más tiempo juntos, peor se sentía por haber besado a Jeon, dos veces. No era justo para Ji Min el ser engañado de esa manera, pero a la vez no podía cortar con él ya que era una pieza importante en su tablero. La infidelidad no era algo en lo que él estuviera de acuerdo, y quizá si hubiera conocido a Ji Min en otras circunstancias no le hubiera hecho aquello.

« Soy lo peor. » 

Yoon Gi creía que la base del toda relación era la comunicación, tanto en amistades, como amorosas como familiares. Pero Yoon Gi no tenía familia, no tenía amigos y Ji Min era solo un medio para llegar a un fin. Su moral se vio obligada a cambiar debido a sus circunstancias, la forma de ver las relaciones interpersonales cambiaron por completo. Nadie confiaba en nadie, nadie comunicaba nada porque de esa manera solo le puedes dar poder a esa persona para destruirte. 

Era como si hubiera creado una especie de barrera de hielo invisible entre la gente que le rodeaba y él. Tenía a gente a su alrededor constantemente, muchos de ellos era personas aparentemente agradables y con algunos de ellos parecía que había una especie de vínculo. Pero Min no podía permitirse ir más allá. Jamás abriría su corazón a nadie de nuevo. Se sentía vacío en cierto modo y eso era lo que le servía para seguir con su plan. Si iba a pisar a personas por el camino, no merecía la pena entablar ningún vínculo con ellas, era inservible.