Capítulo 10| Ceder algo

1K 161 12
                                    

Cuando somos jóvenes nuestro mundo es diferente al de los adultos. Sentimos todo con muchísima intensidad, nuestras emociones nos pueden y a causa de estas cometemos errores que puede que definan nuestro rumbo. Una acción, unas palabras e incluso aquello que no se dijo puede hacer que nuestra historia sea completamente distinta. No sabremos nunca que hubiera pasado si hubiéramos hecho aquello que no hicimos, o si no hubiésemos dicho aquello que dijimos. Supongo que esa es la gracia de la vida, tomar decisiones que nos lleven por diferentes caminos. 

¿Qué hubiera pasado si la gente no hubiera sido tan superficial y tan cruel?, ¿cambiaría algo de lo que ellos provocaron?

Yoon Gi abrió los ojos y vislumbró el blanco techo. Giró su cabeza a la izquierda y vio a Seok Jin y a un guapo chico de ojos redondos y nariz grande. 

— ¿Qué ha pasado?— el azabache se sentó y pudo observar que se encontraba en la camilla de un hospital —, ¿por qué estamos aquí?

— Te desmayaste — la voz de Seok Jin se hizo presente —, ¿has estado comiendo bien últimamente? - la expresión del mayor era seria.

— Bueno, sigo la dieta que me puse la semana pasada. 

— ¿Esa dieta tan enfermiza? — su compañero negó con la cabeza —. No vas a volver a hacer una dieta tan extrema como esa. Eres ya bastante delgado, no hagas esas estupideces y aliméntate bien.

— Como si fuera tan fácil. Necesito el trabajo.

— Pero no a costa de tu salud. Además, necesitas retomar tus estudios.

Yoon Gi se quedó mudo por unos momentos, iba a hablar hasta que el atractivo y alto chico se adelantó a él.

— No quisiera ser entrometido, pero en mi escuela hay unos pocos vacantes y creo que podría ayudaros — su voz era suave y con un tono sutilmente tímido.

— No hace falta que te metas en esto — la voz del azabache era fría y cortante -, mis asuntos no te conciernen en lo absoluto.

— Cierra el pico Yoonie — la dura voz de Jin le hizo callar —, el chico guapo te está ofreciendo ayuda, lo mínimo que puedes hacer es ser cortés y darle las gracias. ¿Cómo te llamas? — se giró en dirección a él.

— Jeon Jung Kook — respondió de forma suave—, no pasa nada. Yoon Gi acaba de sufrir un desmayo y yo he molestado con mi presencia, es normal que se sienta violento. 

— Tu nombre...— Seok Jin abrió sus ojos todo lo que pudo —, ¿eres realmente Jeon Jung Kook?, ¿el hijo de la modelo Jeon Hee Sook y del diseñador Jeon Young Soo? 

Jung Kook se empezó a sentir nervioso. Toda su vida siempre había sido el centro de mira debido al hecho de que sus progenitores eran personas excepcionales en el mundo de la moda. Su vida había sido siempre acomodada, tuvo buenos amigos y una familia maravillosa. Nunca le había faltado comida, agua, luz o cualquier comodidad que era necesaria para vivir. Había sido colmado de lujos y vestido siempre con prendas exquisitas e increíblemente costosas.

Pero eso no hacía que su interior se sintiera bien. Durante su vida había dado muchos tumbos en cuanto a relaciones, tanto en el ámbito de la amistad como en el romántico y era que la gente se le acercaba por tres cosas: belleza, fama y dinero. Eso había hecho mella en su personalidad, haciendo que su círculo de amistades fuera exclusivo y compuesto solo por gente de confianza. En cuanto a sus parejas... no había tenido mucha suerte.

Hasta que a su memoria vino el recuerdo de aquel dulce y bondadoso niño llamado: Min Yoon Gi. Nunca había conocido a nadie como él. Un niño regordete al que no le podía ver la cara debido a que este último sentía que era horrendo, pero a Jung Kook nunca le importó como lucía realmente, solo quería estar con él y jugar. 

Be the best (KookGi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora