Capítulo 11| Resentimiento

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Aquel día hacía sol, todos los alumnos de la prestigiosa y privada escuela estaban entrando poco a poco al recinto. Pero uno de ellos se percató de quién llevaba aquel coche negro, un Mercedes de clase CLA para ser exactos, y no era más ni nada menos que el modelo Kim Seok Jin.

— ¡Oh Dios mío! — chilló una —. ¡Es Kim Seok Jin!

Aquello hizo que varias estudiantes femeninas se girasen a ver lo que decía aquella chica, y en efecto, el famoso Kim Seok Jin había aparcado y estaba saliendo del auto. Llevaba un abrigo largo de color caqui, un jersey blanco y unos pantalones de lino color negro junto a unos mocasines del mismo color. 

No era sorprendente para Kim llamar la atención de esa manera. Desde que tenía uso de razón siempre había sido el centro de atención, y mayoritariamente sus fans eran mujeres. 

Se sacó las gafas de sol que llevaba puestas y sonrío a las jóvenes estudiantes mientras un joven bellísimo salía del coche. Aquello hizo que más chicas se emocionasen y también captó la atención de algunos varones los cuales se sentían curiosos ante el escándalo.

— Gracias por traerme, Jin — le dijo con tono suave Yoon Gi a su compañero de piso —. Ya puedes irte, estás llamando mucho la atención. Incluso te están tomando fotos.

— Vivo de las cámaras, mi querido Yoon Gi. Ellas son mi público y también quiénes generan más ingresos a mi lindo bolsillo — sonrío el de cabellos castaños —. Intenta ser un poco amable con tus compañeros y haz al menos un amigo o amiga— dicho esto, le dio un apretón en el hombro y se despidió con la mano de las chicas.

— Lo que tú digas...— murmuró Min para si mismo.

— Pásalo bien — levantó la voz Jin, y una vez dentro del coche;arrancó.

Una vez el de cabellos oscuros se había despedido de Kim, se dio cuenta que ahora era él el centro de atención. Decidió ignorar los comentarios que hacían sobre él y también las miradas de asombro. Miró su hoja donde ponía el aula y preguntó a la secretaria.

— Disculpe — le llamó sin quitar la mirada del papel —, ¿podría indicarme dónde se encuentra esta clase, por favor?

La secretaria de treinta y seis años le prestó atención y casi le revienta el corazón. En sus años como trabajadora de aquel centro nunca había visto una belleza como aquel chico, era total y absolutamente deslumbrante. Como si se tratase de un bello cuadro viviente.

— Se e-encuentra en la-la segunda planta a la iz-izquierda — tartamudeó y se sonrojó ante la mirada oscura y penetrante de aquel jovencito.

— Muchas gracias — Min asintió y se fue en dirección hacía donde había ido la chica.

Vio el número de su clase, la 1-2, y tocó la puerta. Esperó hasta que lo dejasen pasar y una vez dentro, el profesor se levantó.

Todo ocurrió en cámara lenta para Yoon Gi, quien había decidido inspeccionar con su mirada la clase y de entre todos los estudiantes se encontró con aquella persona que le había hecho la vida un infierno. Aquel ser tan detestable, tan aborrecible que había sido uno de los factores que había provocado su depresión.

«Kim Jennie.»

Mientras Yoon Gi acababa de todas las formas posibles con aquella chica, la susodicha miraba embelesada a aquel lindo chico que había aparecido en su clase. Llevaba un tiempo aburrida de la monotonía y de ver siempre las mismas caras, claro, menos la de su querido y amado Jung Kook. Aquel delicioso ser iba a ser otra de sus muchas conquistas.

Pero ella no era la única que se comía al de piel nívea con los ojos. Gran parte de las chicas y un porcentaje bajo de hombres había caído rendido ante los pies de aquel sublime ser. El cabello tan oscuro como las alas de un cuervo y con ondas suaves dándole volumen, la piel tan tersa e inmaculada que parecía hecha de porcelana, su perfecta nariz y una pequeña cara y por no hablar de su fibroso pero delgado cuerpo. 

Be the best (KookGi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora