Be the best (KookGi)

Capítulo 06| Dime algo

Habían pasado unos siete meses más o menos desde la muerte del señor Lee y unos siete meses desde que Yoon Gi conoció a Holly. La trágica y dolorosa muerte del señor se le quedaría grabada en la cabeza de por vida.

Su condición en el instituto no cambiaba en lo absoluto, seguía solo y le acosaban y maltrataban con la misma frecuencia que antes. Por lo menos cuando regresaba a su casa, podía jugar con Holly, ella le proporcionaba una tranquilidad abrumadora.

Cuando el azabache trajo a casa al cachorro, la madre de Yoon Gi le dio una buena paliza que le dejó marca.

— ¡¿Se puede saber quién te crees que eres Min Yoon Gi?! — chilló la mujer mientras agarraba con un puño el pelo del mencionado—. ¡¿Quién te ha dado permiso para que traigas a esa rata a mi casa?!

El azabache sintió un dolor inmenso en su cuero cabelludo, mientras que de sus ojos salían lágrimas sin derramar.

— Lo siento, lo siento, lo siento...

— Tus disculpas no sirven de nada, engendro — le escupió en la cara y lo soltó de golpe, dejándole caer en el suelo —. Eres tan inútil como tu padre Yoon Gi, un don nadie bueno para nada. ¡Ojalá nunca te hubiera tenido!

Toda la habitación se quedó en silencio en aquel mismo instante, bueno, al menos era eso lo que sentía el pálido en esos momentos. Su madre se había ido a su cuarto y él se había quedado tumbado contra el suelo.

Su madre tenía razón, en todo.

No sabe cuánto tiempo estuvo tumbado, sintiendo la madera fría contra su cuerpo. Lo que sí sabe es que un líquido color carmín descendía por su frente.

Después de aquel horrible encuentro con su progenitora, Yoon Gi se aseguró de cuidar a Holly. Vendió algunos de sus objetos más valiosos para conseguir algo de dinero para la comida del perro. Se tomó su tiempo para construir una cama para ella y jugaban juntos todos los días.

Holly era una de las tres cosas buenas que le quedaban.

Era como un tranquilizante, como si estar con aquel ser diminuto hiciera que sus problemas se esfumasen.

Cuando sacaba a Holly a pasear por la noche, se lo pasaba en grande. Seúl era un lugar mágico en aquellas horas, ya que la gente apenas podía verle bien gracias a la oscuridad. 

Además de que la mayoría de las veces, podía ver al castaño de ojos redondos.

Resulta que el joven Jeon Jung Kook quería ganar masa muscular, pero siempre acababa agotado por sus intensos entrenamientos. 

Yoon Gi realmente deseaba acercarse a él y preguntarle si todo iba bien, ansiaba poder acercarse a aquel bello ser que tanto había admirado desde las sombras. Pero no podía, por mucho que él quisiera, sabía que no podía. 

Un ser etéreo como Jung Kook jamás podría estar con Yoon Gi, el chico roto, el chico violado, el chico deforme, el chico monstruo, el chico....

El chico sin amor.

Su vida se tambaleaba constantemente, a veces deseaba ser fuerte y poder superar todas las desgracias que le estaban ocurriendo. Pero sabía en el fondo de su destrozado corazón que las cosas nunca iban a mejorar, no para alguien como él.

— Holly, ¿por qué no puedo ser hermoso? — acarició las orejas de la hermosa perrita mientras que esta movía la cola—. Dime, ¿por qué este mundo me hizo así? No soy inteligente, no soy fuerte, no soy bello, no tengo dinero, no tengo talento, yo...no sirvo para nada.

Holly ladró con suavidad un par de veces y se acurrucó al lado de su amo. Quizás la dulce mascota no entendiera las palabras de su amo, pero si captaba que él no se encontraba bien. Yoon Gi había sido tan amable, tan dulce y generoso con ella, no podía estar más agradecida de que él la encontrase y le brindase cariño y amor.