13

212 23 1
                                    

-Me vas a contar o no?- pregunta Fer luego de un rato, estamos en su departamento, y ha estado intentando hace aproximadamente 20 minutos -desde que llegué aquí- que le cuente mi cita con Yuta.

Meto otra papita a mi boca con una boba sonrisa en mi rostro.

-Yaaaah!- le digo cuando me quita el plato, me coloca un intento de cara enojada, lo cual provoca que yo ría.

-Ya nada- me responde -Me tienes con la jodida duda desde que ayer me llamaste que teníamos que vernos.- me dice.

Ayer después de la cita con Yuta me acosté con Sunhee y mamá a ver una película. No sin antes llamar a Fer para decirle que teníamos que vernos.

Le conté todo lo demás, de los mensajes y esas cosas pero la cita aún no, y eso es porque estoy esperando que Hoseok se digne a llegar.

-Te dije que esperaríamos a Hoseok, no pretendo contar la misma historia dos veces.-

Un gruñido de frustración sale de la garganta de mi amiga, mientras me tiende otra vez la fuente con papitas que hicimos recién.

El timbre de la estancia de mi amiga suena y ella se levanta de un salto a abrir.

-Las esperanza ha llegado- grita Hobi abriendo sus brazos. Me levanto del living para ir por el abrazo de mi amigo, llego a él y me levanta, los tres nos reímos mientras me baja.

-Quieres algo?- pregunta Fer.

-Que están comiendo ustedes?- pregunta sentándose al lado mío.

-Papitas y cerveza- le muestro mi botella.

-Me apunto- responde él.

Mi amiga le entrega una botella de Corona, mientras mi amigo recibe el trozo de limón que yo le estiro, lo coloca en la boquilla y toma un trago.

Eso, es culpa de Fer, antes yo no tomaba cerveza, los chicos si, a mi no me gustaba por ende siempre tomaba vodka o algún trago preparado, hasta que un día ella, en una junta pidió un limón e hizo esto que hacemos nosotros, por mera curiosidad yo probé, y así es como todos terminamos tomando cerveza  al estilo chileno.

-Vas a contar o no?- pregunta mi amiga ya desesperada otra vez.

-Yah Yah- les digo alzando las manos, ya que ambos se pusieron a gruñir.

Les cuento todo, lo del parque, el algodón de azúcar y todo eso, hasta que llegó al momento fuera de mi casa, aún recuerdo su mano firme en mi cintura, la abrumadora cercanía.

Si hubiera sido la antigua Bokjo, y si Yuta no provocará todo lo que causa en mi, me hubiera alejado de inmediato. Pero, en ese momento era necesario ser sincera conmigo misma.
Sus labios cada vez más cerca y su mirada penetrante, provocó sensaciones casi desconocidas en mi, y si no hubiera sido porque en ese preciso momento Sunhee salió a recibirme, ahora estaría contando cómo se sentía el roce de sus labios contra los míos.

-Unnie, al fin llegas- mierda..

-Si Sunhee- ella observa al japonés con ojos asustados -Ven, te presentaré a un amigo.- le digo estirando mi brazo hacia ella y tomando un paso lejos de él.

Mi hermana se planta a mi lado mientras Yuta la observa con una cara que derrocha ternura. Él se coloca de rodillas y estira su mano:

-Hola, soy Yuta- dice él, mi hermana coge la gran mano de Yuta con la de ella, y él sonríe mostrando sus dientes, provocando que sus ojos se achinen aún más. -Cómo te llamás?- pregunta él.

-Kang Sunhee- le responde ella ya más segura y no intimidada cómo salió hace un momento.

-Qué lindo nombre- le dice él, mi hermana sonríe haciendo que sus huequitos en sus mejillas se noten.

SIN DISTANCIAS - [N. Yuta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora