SIN DISTANCIAS - [N. Yuta]

26

Los días siguientes a mí diagnóstico de estrés, ni siquiera pude descansar, pues al otro día de despertar los chicos de Bangtan tuvieron que marcharse para seguir con su gira.

Llegué a casa, y cada vez me molestaba más el hecho de que Sook junto a Dakho ya se habían instalado ahí, y recordé lo que Yoongi me dijo antes de irse:

24 horas antes

-Estarás bien?- preguntaban todos, el más preocupado había sido Namjoon, no tenía una recaída de estrés y ánimo desde lo ocurrido con mi papá.

-Lo estoy, no sé preocupen- les dije acurrucándome en los brazos de Gi -Estaré bien, disfruten y nos vemos pronto.-

Al marcharse todos, Gi no me soltaba, su abrazo cada vez se hacía más fuerte, y sentía su intranquilidad aún más.

-Hey- le dije girando en sus brazos y viéndolo de frente -voy a estar bien, bueno?- él solo asintió, veía sus lágrimas de asfixia, Yoongi también estaba pasando por momentos difíciles aunque no nos dijera a ninguno, y para maldición de él, yo lo conocía lo bastante bien.

Hace días, desde que hablábamos por Skype lo notaba tenso, hablando mucho menos de lo que ya hablaba, decaído, y en los shows su cansancio era notorio, además de no querer preocupar a los chicos, por sobretodo a Taehyung y Jimin, que eran quienes más se preocupaban de su Hyung.

-Cuidate también- le dije susurrando en sus oídos, -si necesitas hablar solo llámame, pero no te guardes las cosas, no quiero que vuelva a pasar lo de hace unos años atrás-.

Y él sabía a qué me refería.

-Estaré bien- me contestó -Toma- me tendió unas llaves, pensé que eran las del apartamento de ellos pero continuó hablando -Con los chicos les pedimos al CEO un apartamento en nuestro edificio para ti, te queremos cerca y sé que no te sientes cómoda en casa, no te estoy diciendo que debes cambiarte ahora pero si durante nuestra gira no estás bien en tu casa, ahí tienes un nuevo hogar -dijo esto último mirando las llaves, mis ojos no aguantaron las lágrimas y todo se volvió sollozos.

A pesar de todo agradecía a la vida tener a estos chicos a pruebas de balas en mi vida.

Al día siguiente, mientras ordenaba mis maletas para marcharme de casa, la bomba explotó.

Dispatch nos había descubierto a mi y a Yuta, y ahora estábamos jodidos:

La noticia estaba por todos lados, además de que mis redes sociales estaban explotando, y las de SM igual.

Tomé mis maletas lo más apurada posible y salí de casa, no había nadie por ende, nadie pudo preguntar.

Al llegar a mi nuevo apartamento ni siquiera pude admirarlo, pues estaba Fer en él esperándome con los brazos abiertos.

Y aunque quería llorar de la frustración nada salía, no salía la rabia, la pena, nada, pues una parte de mi estaba regocijada en qué ahora todos sabían que Yuta era mío.