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No sé qué decir, estoy congelada escuchando a la persona al otro lado del aparato preguntándome sarcásticamente si estoy bien.

No lo estoy, nunca lo estaré cuando tenga que ver con ella.

-Qué quieres?- es lo que logro articular momento después.

-Saber de ti, y de mi querida Sunhee.-

Me siento pésimo, como cuando estás a punto de sufrir un colapso.

-Aquí nadie quiere saber de ti, te llevaste a Sunmi contigo, lograste que Dakho estuviera de tu lado, todo esto ya hace más de dos años, no comprendo a qué viene esto, lo único que te pido es que no me llames de nuevo, el día que Sunmi esté más grande verá lo que su "madre" es, y ese día todo mejorará, ahora, vete a la mierda.-

Cuelgo el teléfono con unos nervios del asco, estoy temblando, no puedo permitir que mamá ni Hee lo noten.

Entro a mi habitación y mi hermana se ha quedado dormida, me coloco unos pantalones de buzo, una casaca y salgo de esta.

Pasó por la habitación de mamá y le dejó un papel con un mensaje de "salí, vuelvo luego" por si despierta.

Decido tomar mi moto y emprender camino a la casa de la persona que sé puede ser mi único soporte ahora.

20 minutos después tocó el timbre del departamento de Fer, no he parado de temblar, e incluso tuve que detenerme bastantes veces para serenarme.

Las lágrimas están acumuladas en mis ojos, pero no quiero llorar, no debería hacerlo.

Mi amiga abre la puerta y su cara de sorpresa es gigante, tiene puesta ropa para salir, mierda, estaba esperando a alguien más.

-Bokjo, que haces aquí?- pregunta nerviosa -Estas bien?- y solo eso basta.

Me acerco a ella y al estar entre sus brazos las lágrimas no tardan en salir.
Mi amiga me lleva con ella para cerrar la puerta y nos sentamos en la isla de la cocina, dejo salir todo, y quizás un poco más.

Todo lo que ocurrió hace un poco más de dos años viene como una garrafa de recuerdos, y que la sonrisa de papá sea una de las últimas imágenes que se pasee por mi mente hace todo peor.

Tocan el timbre del lugar y veo a mi amiga decidir que hacer, yo le señalo la puerta para que vaya a abrir. Ella se levanta mientras yo paso mis dedos por debajo de mis ojos, con el fin de limpiar las gotas que han caído de ellos.

-No puedo ir ahora- escucho a mi amiga hablar, la persona al otro lado de la puerta dice algo que no alcanzo a escuchar. -Bokjo está acá, no sé qué ocurrió, pero no quiero dejarla sola.- y me siento terriblemente culpable por eso.

Me levanto para salir de ahí, y no arruinarle la noche a mi amiga

-Tranquila- le digo colocando una mano en su hombro y haciendo que se sobresalte -yo ya me vo..- quedó con la última letra en la boca cuando veo a la persona al otro lado del marco.

Johnny.

Le miro con una ceja alzada y me giro a mi amiga para darle la misma mirada, sus mejillas están encendidas e intenta no topar su mirada con la mía. Una sonrisa se forma en mi rostro.

-Ay, te lo dije o no?- le digo en medio de una carcajada más parecida a un quejido. -Hola Johnny.-

-Ehm, hola- me dice sonriendo incómodamente.

-Yo ya me iba- le digo dejando un beso en la mejilla de mi amiga.

-Pero- me dice deteniendome -que ocurrió?- pregunta con clara preocupación en su rostro.

SIN DISTANCIAS - [N. Yuta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora