SIN DISTANCIAS - [N. Yuta]

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Quedaban exactamente 3 minutos para media noche.

3 minutos para que saliera el track list.

3 minutos para que en exactamente 24 horas saliera mi nuevo álbum.

El casino de bighit estaba desolado, a excepción de nosotros ocho.

Me sentía mejor.

La ansiedad no había desaparecido, pero si me sentía mejor.

La mano de Jimin se pegó a la mia, sus dedos se entrelazaron con los míos con fuerza, y permití a mi cabeza descansar en su hombro, sus dedos acariciaban el dorso de mi mano, y era tanta paz que no sabía necesitaba.

0 mile llenó el silencio en el que nos encontrábamos mientras comíamos, observé la pantalla y no pude evitar sonreír, mis amigos me observaron pero no dijeron nada, me levanté de donde estaba sentada y contesté.

-Te extraño- fue lo primero que escuché a través del parlante de mi celular. Un calor hogareño me envolvió y permití que la sonrisa en mi rostro se ampliara aún más.

-Y yo a ti.

Nos quedamos en silencio cuando observé que quedaban segundos para la media noche.

-Ya es hora.

-Lo es.

Había una sorpresa para él, y tenía ansias de saber que pensaría.

Osaka había nacido en los días que estuvimos alejados, y simplemente era para él.

Sentí la notificación en mi móvil como también en los otros 8 -contando el de yuta-.

Esperé que hablara, dio una respiración pesada y tuve algún tipo de miedo.

-Osaka.

-Si.

Colgó la llamada, pensé que se había molestado el usar parte de nuestra historia en mi álbum, pero mi teléfono volvió a sonar, esta vez con una video llamada.

-Eres todo lo que quería.

Reí, me permití reír a viva voz sin importar que dijeran, quise que estuviera conmigo y me diera uno de esos abrazos que tan bien me hacían.

-Te quiero, espero que te guste la letra.

Mandó un beso volador a través de la cámara y corté.

Cuando giré a ver a mis amigos todos sonreían asombrados, por lo que asumí que Yoongi les había contado de que trataba Busan.

Me abrazaron con tanto cariño que decidí que era hora de marchar a casa.

×

Llegué a casa a eso de las 1 de la mañana a casa, mi cuerpo se sentía algo cansado pero sin duda más relajado que días antes.

Coloqué el hervidor para servirme un chocolate caliente antes de dormir, mientras esperaba que calentara, el timbre sonó, fue extraño ya que siempre avisaban quien llegaba.

Observé por la mirilla y solo vi una capucha, me asusté, pero aún así abrí.

Sonreí al notar quien era, a pesar de que no me lo esperaba:

-Puedo pasar?- pregunta Yuta con esa sonrisa tan característica de él.

-Qué haces aquí?- le digo haciéndome a un lado.

Entra sin titubear y observa su alrededor, cierro la puerta y me apoyo en ella, verlo aquí es realmente lindo, lo extrañaba.

Posa sus ojos en mi y pregunta -Estás bien?-