Ardemos en llamas cuando nada nos complace,
hervimos la paciencia a fuego alto,
sin pensar en las consecuencias.
Se hinchan nuestras venas y se derrite la compostura.
Entonces, lo peor de nosotros sale a relucir;
estallamos sin control y se ausenta la educación.
Por un momento, la vida apesta,
y precisa su sistema corregir.
Ante nuestros ojos,
nuestra razón es la que importa,
primando la lógica unilateral de la imposición;
el juego de la palabra y el discurrir
se enfrentan en tamaña contraposición.
Dos verdades absolutas que ameritan un solo juicio.
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DE AMOR Y DE MUERTE
PoetryPoemario descarnado, a veces, frágil y tierno, que contempla un aspecto particular sobre estos dos conceptos, pero, profundizando a ratos en aquello que se oculta o se mantiene en las tinieblas, o como simples tabúes sociales, que invitan a uno y/o...