El poeta triste
camina por la vida,
cabizbajo y solitario,
cual si fuere un ermitaño.
El poeta triste,
triste de amor deambula
de libro en libro
buscando ayuda.
Nada le place, ni el mundo
ni una voz amiga.
Busca el amor fantasma de los sueños,
el amor eterno y fecundo
en las palabras más tiernas;
el verso más preciso,
la estrofa más exacta,
¡El poema perfecto!
El poeta triste
canta sus versos más tristes, absorto,
languideciendo de pena y angustia
en un día cualquiera de agosto,
de clima gris y de mustia.
Todo se vuelve negro,
obscuridad y desaliento.
Los paisajes más coloridos
se vuelven tristes y enfermos,
con la mirada desteñida
de un poeta en decadencia.
Luz creativa detenida
por un tiempo de transparencia,
en que la vida le juega en contra,
y todo se vuelve gris a su alrededor.
El poeta triste,
tristemente emociona a sus lectores,
con su miserable poesía descolorida
que trasluce sus temores,
y evidencia el deterioro de su vida.
El poeta triste,
de pena se viste y en busca de Helicón,
languidece en una esquina
sin hallar inspiración.
El poeta triste,
se aparece en cada desilusión,
en cada mentira, en cada traición,
cuando la deslealtad o el desamor
nos derrota con su ofensiva
en nombre de nuestra inseguridad.
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DE AMOR Y DE MUERTE
PoetryPoemario descarnado, a veces, frágil y tierno, que contempla un aspecto particular sobre estos dos conceptos, pero, profundizando a ratos en aquello que se oculta o se mantiene en las tinieblas, o como simples tabúes sociales, que invitan a uno y/o...