[..PV Aioria..]
El dolor que taladraba mi espalda pudo más y logró despertarme.
Había dormido hecho un colocho con Milo, y claramente sabía desde un principio, que al menos yo,no dormiría cómodo.
Ella le cogió el sueño en mi cama debido a que estába muy borracha, le dió muy feo y necesitaba apoyo o consuelo, como de costumbre últimamente.Después de salir de las cobijas, me dí un baño, luego salí del mismo envuelto en una toalla para tomar un bóxer y una de las tantas camisas del cajón, de esas flojas y cómodas. Las cuáles por esas mismas características siempre eran hurtadas por Milo.
Me encaje rápido la ropa, bajé a la cocina por algo de café, y de paso le preparé uno a ella. Más o menos siete minutos después regresé a la habitación. Me acerqué a la cama y estuve realmente tentado a despertarla, pero me detuve. Tenía que ser considerado y darme cuenta que a como estaban las cosas, era mejor que escapara un rato más de la realidad.
Caminé hacia el balcón para disfrutar de esa hermosa vista mañanera. Ya que desde ese punto se veía el pequeño bosque en su máxima expresión. Era de árboles altos y caducifolios, con las hojas en tonos café, casi naranja y el suelo estaba cubierto de ellas.
A pesar de todo era una mañana oscura, si veías las montañas - porque sí, como ya saben, Milo vivía lejos de la ciudad, aislada del mundo - estaban levemente cubiertas por neblina, y los vientos congelantes hacían un juego perfecto con el calor que emanaba de mi taza.
Volteé a mirar a Milo, recostado al muro del balcón. Y ahí estaba ella. Aún continuaba durmiendo tranquilamente, como un ángel. Mientras sus demonios la rodeaban esperando a que su conciencia despertara.
Di un sorbo a mi bebida y simultáneamente que el humo salía de esta, nublandome un poco la vista, recordé :
Juré estar con ella, apoyarla, escucharla, pero sobre todo, protegerla, y miren, ahí está, sufriendo por amor.... Siendo lo único de lo que aúnque quisiera, no podía protegerla.
..
.Todos habíamos quedado en salir, iríamos a una cafetería de la feria, para mirar el partido del mundial Italia 90. Los chicos tenían entrenamiento, por lo que nos verían allá. Y por esa misma razón fué que a mi me tocó recogerla. Pero en ese momento Milo estaba en clases de Mandarín, en esa prestigiosa y culta escuela de señoritas, en donde le enseñaban cómo vestirse, cómo referirse a los demás, a caminar derecha y a todas esas puterias.
Aparqué mi motocicleta frente a escuela , me quité el casco y revisé mi reloj, faltaban cinco minutos para que el plan de escape comenzara.
Caminé hasta la reja de entrada y me detuve a mirar todo el lugar, era ese típico lugar en forma de castillo con muchas ventanas, amplios jardines y me imagino que con buenas chicas andando por ahí en el día, pero pronto sería de noche así que era imposible tener esas vistas, para mi desgracia.
Di unos pasos hacía atrás a la vez que sacaba un cigarrillo de mi chaqueta. Sí, parecía una locomotora, acepto que era un maldito mal hábito de mi juventud.
Me senté sobre el vehículo y busqué el encendedor. Estaba a punto de encender ese veneno ,cuándo ví a una pequeña silueta correr por el enorme patio.Dejé todo de lado y me dediqué a disfrutar de eso. Milo venía corriendo, librandose de la corbata, a la vez que la rectora gritaba desde la puerta.
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Entre El Amor Y El Odio .
Fanfic¿Qué hace una chica que jamás llora por los hombres, llorando por uno? ¿Qué hace un chico que jamás se ha enamorado, enamorándose ? Milo Lincer, una chica que no tenía otra intención que no fuese beber, disfrutar y bailar, para olvidarse de los p...