— Ah— jadee.
Sentada sobre su cuerpo, disfrutaba de los besos que el mismo me daba en el cuello.
Mis manos se aferraron a sus cabellos, en tanto su lengua bajó a mis pezones, los cuáles saltaban con cada arremeter de mi hombre.
Y lo admito, mi cuerpo estaba extasiado. Él sabía qué hacer, cómo hacerlo y cuándo hacerlo.
No tenía queja alguna.— Preciosa — susurró deteniéndose.
Sonreí y le ofrecí un beso que aceptó más que gustoso. Sus labios poseyeron los míos como si un mañana jamás fuese a existir. — Te amo, me encantas — se alejó un poco estirando mi labio inferior, continuando en un pequeño pero excitante mordisco.¡JODER! Cómo me encantaba
esos gestos de su parte.Un salto sobre él, nos hizo jadear a los dos. Su rostro y vientre estaban sudados. Su entrepierna húmeda por mis flujos y su miembro, totalmente erecto.
— ¿Por qué te detienes? — pregunté apenas y respirando.
Sonrió ladino, y de un ágil movimiento volteó la situación. Esta vez me tiró sobre la cama y el quedó sobre mí, pero se apoyó en mis piernas y se sentó sobre sus tobillos. Obteniendo una vista amplia de mi ser .
— Me encantas desnuda — acercó uno de sus dedos a mi vagina — Me dan ganas de hmhm — sus labios se escabulleron, reaccionando a centimetros de mi intimidad. Sonreí nerviosa — comerte — su dedo índice se abrió paso en mi cavidad. Gemi — todo... — sin esperar algo más, succionó uno de mis labios y de un momento a otro, mi cuerpo se movía desenfrenado.
Se había tomado a pecho el termino "comer". Su cabeza se perdía entre mis piernas.
Lo único que la situación me dejaba en claro de él, era que su dedo naufragaba en mi interior y se lengua recorria cada centimetro.
— Tócame — suplique tomando su mano libre y llebandola a mi pecho— Hazlo — .
Y así fue, su dedo y boca en mi vagina y su mano en mi pecho.
¡Como para morirme!
No todos eran capaces de eso, lo que me dejaba en claro que mi Camus era un hombre bastante jugado, mas no importaba, porque al final a la única que la dejaba disfrutar de ello era yo.
Intenté moverme debido a las hormonas, pero Camus no me dejó. Me sostuvo con fuerza, y su lengua entro en el lugar en donde anteriormente estaba su dedo, el cual ahora en compañía con los demás me sujetaba con fuerza, para acercarme más a él, si es que eso era posible.
Grité.
No pude más.
Lo hice.
Sonrió— Que gratificante — dijo saliendo de mi área.
Respiré de forma descontrolada.
Estába en un punto extraño, entre excitación y euforia.— Que cruel — susurré.
Se acercó y me besó. Un beso largo que nos exigía distancia para respirar pero ignorabamos eso haciendo altos suspiros y jadeos, intentando rescatar algo de la cercanía.
Se encajó de nuevo entre mis piernas y metió su miembro en mí — Ahh— volví a gemir, solamente que esta vez acallada por sus labios.
Se refugió en el hueco que había entre mi hombro y mi cuello. Permitiéndome escuchar sus jadeos.
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Entre El Amor Y El Odio .
Fanfic¿Qué hace una chica que jamás llora por los hombres, llorando por uno? ¿Qué hace un chico que jamás se ha enamorado, enamorándose ? Milo Lincer, una chica que no tenía otra intención que no fuese beber, disfrutar y bailar, para olvidarse de los p...