Capítulo 27: ¿Familia y amor?

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- ¿Milo, estás lista? - preguntó Saga en la puerta.
Hace un tiempo, mi padre me hizo llegar una invitación para asistiera a una fiesta que organizaría. Al parecer celebraría su "otro" aniversario de bodas o algo así. Sólo sé, que llegué un día atrasado, porque no tenía el ánimo de mirarlos a la cara - Me han enviado por tí, están esperandonos abajo -

- ¡Ya salgo! - respiré profundo. Miré una vez más mi vestimenta y prosegui a abrir la puerta - ¿Qué tal? - pregunté nerviosa a Saga, quien sería mi pareja durante los tres días de fiesta.

¿Por qué pareja? Bueno, cuando se celebraban este tipo de reuniones por asuntos familiares, era tradición que los anfitriones emparejaran a sus hij@s con acompañantes cercanos a la familia o de buen estatus social. Claro, sólo en el ridículo mundo de donde yo venía.

Abrió sus ojos con sorpresa y luego sonrió - Ya que me lo preguntaste, te diré que estás buenísima -

- Nada tonto cierto - indiqué golpeándole el hombro.- Tú también esta bueno, y galán - Sonreí sarcástica y él imitó mis gestos. Por supuesto, yo se lo decía en serio, el color negro de su traje le sentaba demasiado bien en su cuerpo bien trabajado.

Bajamos hastala entrada del salón de eventos - ¿Me permite? -

- Claro Mi lord - crucé mi brazo en el espacio que el suyo me habilitaba.

Dimos los primeros pasos, y en ese momento pude sentir las miradas sobre nosotros, todas las personas aplaudían, "incómodo", por cierto.
Sonreí ante las miradas pícaras que me dirigía Saga por cada paso firme dado a su lado.

Felicité a mis padres con la mejor sonrisa que pude fingir, porque para mí no había nada que celebrar. ¿Quién quería a esa víbora de esposa? Bueno, una persona, mi padre .

- Te ves hermosa Milo - pronunció pandora

- Gracias - me limité a contestar mientras no sentábamos en la mesa principal.

Me terminé de acomodar y puse toda mi atención a lo que Saga -quien estaba sentado a mi lado- me mostraba en su móvil, el cual sostenía en mi mano.
Mantuvimos una conversación sencilla hasta que algo la interrumpió.

- ¡Ahí viene mi nena! -

Levanté la mirada, e inmediatamente todo despareció, me quedé helada, mi respirar se cortó y a cada paso que daban era una punzada tanto en mi conciencia como en mi corazón.

Ahí venía Sonia, con un despampanante y hermoso vestido a dos piezas de color verduzco , y de su mano un Camus peculiarmente más afable que siempre.

Le devolví torpemente su celular a Saga y frunci los labios para callar lo que me carcomia por dentro.
Era obvio que ella estuviera, ya que me gustara o no formaba parte de la "familia" -aunque mi amabilidad selectiva no aplicara con ella- , pero ¿Camus? , sabía que estaba aquí, pero ¿Con Sonia? ...


¡Maldito golpe contra el fango!
¡Debí imaginármelo!

Todo mi ser se llenó de celos, rabia, impotencia y sin dudarlo culpa, pero saben que fué lo que más me abofeteó, ver como todos les aplaudían y les saludaban como si fueran la estúpida pareja del año.

¡Maldita estúpida Milo!
¡Estúpida, estúpida!

-Felicidades señor Lincer -expresó Camus. Soltando su mano de Sonia, quien abrazaba como tonta a Pandora.

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