Como juntar a mi Hermano con mi Mejor Amigo

Final Pt.1

Todos los estudiantes se pusieron a su alrededor, escuchando todo lo que ocurría allí y el corazón de Jungkook paró cuando volvió a mirar a Yugyeom, éste teniendo una expresión sorprendida, pero enojada, llevando la vista de Jungkook a Lian.

— E-eso no es ci-cierto.— Murmuró Jungkook levantándose del piso, sin atreverse a levantar la cabeza, las lágrimas comenzaban a apoderarse de sus ojos y el corazón le dolía como nunca antes, nunca dolió tanto.– Yo no, yo no s-soy...

— Oh, vamos, claro que eres horrendo ¿Ya te haz visto al espejo? ¿Ya te haz dado cuenta por qué Yugyeom no intenta nada contigo, o qué, creías que te besaría quizá?— Rió de nuevo, pasando a su lado y Lisa ya estaba a nada de tirarse encima suyo, queriendo partirle la cara justo en esos segundos. Yugyeom mirada la escena enfadado y lo que seguía. Al igual que Lisa estaba a nada de entrometerse.

— ¿P-por qué haces esto? ¿Por q-qué tratarme a-así? ¡No te e hecho absolutamente n-nada!— Dignó a levantar la vista de nuevo, con las lágrimas comenzando a salir sin que las pudiera detener, sosteniendo una mano en su vientre, donde se encontraba la cicatriz.

— Claro que lo haz hecho, mariquita llorona.— Gruñó la chica China, señalando con la cabeza a dos hombres, sosteniendo con fuerza a Lisa y Yugyeom, no pudiendo mucho ya que los demás les obligaron a soltarles.– Eres un completo maldito. Debo suponer que ya no me recuerdas, soy la niña de la que te burlabas de sus ojos que porqué eran tan pequeños, las veces que me insultabas, cuando no me dejabas en paz, la niña que acabó cubierta de lodo y cuando Mingyu me rechazó ¡Todo por tu culpa! No me dejabas llevar mi estancia aquí tranquila, ahora te puedes hacer un santo, pero eres lo contrario conejo idiota.— Mingyu abrió los ojos sorprendido, intentando recordarla.

— Lian, por Dios, no había conocido a una persona tan rencorosa ¿¡Cómo un niño de seis años va a saber insultar!? Estás loca ¡Y yo también me tiré al lodo, no fuiste la única!— Ella apretó los dientes, tragando saliva con necesidad.– Mingyu siempre fue mi mejor amigo en ese entonces, Lian, todo lo que formuló tu cabeza está mal, ambos éramos pequeños ¿Cómo un niño de esa edas podría hacer todo eso? Te lo pregunto de nuevo.

— Y yo ahora te lo pagué con lo de la piscina.— Sonrió con autosuficiencia.– Claro que pasó, idiota, yo lo recuerdo perfectamente, no me hagas la loca. Aquí el único que es horrible y aparte de feo eres tú.

— Aquí la única horrible eres tú.— Gruñó Lisa, ya lista para darle su merecido.

— T-tú fuiste la que hizo que me tiraran a la piscina.— Limpió las lágrimas que caían bruscamente, intentando calmarse más no podía.– ¡Estás loca!

— Pero tú, te lo aclaro de una, eres espantoso. Dientes demasiado grandes, gordo, esa cicatriz en tu mejilla y la peor de todas tu estómago, feo, exagerado, ambicioso, y así nunca le gustarás a Yugyeom.— Lian se paró frente a Jungkook, sonriendo divertida mientras éste no evitaba parar de llorar enfrente de todos.– Conclusión, horrendo.

— Pa-para de una v-vez con esto.

— Y apenas estoy comenzando, creo que, si no quieres que esto se ponga peor, vete de una vez. Además, que mal amigo eres, le contaste a todo mundo antes que a Lisa que te gustaba su hermanito, que tristeza ¿No Lisa?— Ésta murmuró varias cosas casi a nada de asesinarla.

— Te partiré la maldita cara.

— Jungkook...— Él volteó espantado a ver a Yugyeom por tercera vez, retrocediendo cuando empezó a caminar hacia Jungkook, lo rechazaría, Yugyeom lo haría, Lian, tenía razón. Llevó la vista a su mejor amiga, ella intentaba calmarlo con la mirada.

— N-no.— Soltó un sollozo antes de salir corriendo entre todas las personas.

— Supongo que debes estar feliz, eres demasiado infantil para tener la edad que tienes, Lian.— Habló el alto, parándose enfrente de ella y tomándola del cuello de la blusa que llevaba, al parecer no fue al baile como todos a pasarla bien.– Te golpearía si fueras hombre, pero eres mujer y está mal golpear a las mujeres, aunque ganas no me faltan.— Alzó la voz, espantando a la chica frente suyo.– Ahora tienes miedo. Mira que curioso, una persona sin corazón, repugnante, rencorosa, prepotente y engreída, hasta puedo seguir si quieres.