Como juntar a mi Hermano con mi Mejor Amigo

T H I R T E E N

Tres meses después.

Los meses pasaron tan rápido que los sintieron como si hubieran sido una simple semana de escuela. La relación de Lisa y Chaeyoung cada vez progresaba más, seguían demasiado enamoradas, aunque cuando intentaban demostrarlo ambas se ponían demasiado nerviosas y sonrojadas, hablando de otras cosas...

Notoriamente Yugyeom se había alejado semanas después de ellos, Jungkook ya no lo veía en la hora del almuerzo, y siempre que entraban a clase estaba sentado al lado de Lian, la nueva que vio el día que casi muere ahogado, literalmente. No le caía mal, no lo podía considerar así, era más un pequeño recelo, también que tenía una pequeña idea de que la había visto antes, en algún momento de su vida. Sería sincero en el aspecto que extrañaba hablar con el alto y reírse juntos, pero en los tres meses pasados no daba señales de querer volver a hablar tan abiertamente. Podía llevarlos a él y Lisa hasta la preparatoria, sin decirles algo, sólo los llevaba en manera algo forzada.

Bueno, no era tanto así, a veces les hablaba contándoles cosas de la escuela, aún privando su vida, ya evitando contarles que hacía él en el día, algo que extrañaba tanto a Lisa y a Jungkook.

Jungkook se dedicaba en ésos últimos meses a cuidar de Minimi, la gatita que le dio el menor el día de su cumpleaños, era tan tierna y linda que no podía evitar cuidar de ella como si fuera su hija. Le encantaba dormir en su camita y cuando la llevaba consigo a su departamento, siempre se acurrucaba en medio de su cama, en las mañanas lo despertaba lamiendo su mejilla derecha, algo que tomó de costumbre días después de tenerla con él. Amaba llevarsela en los fines de semana, pues no se sentía tan solitario en ése departamento tan vacío. Además que la consentía en el modo de darle leche tibia todas las noches, siendo regañado por Yugyeom varias veces, porque la acostumbraría y bueno, él también era su otro padre. Una vez le llevó un collar, con el nombre de Minimi uno que le gustó a ambos de inmediato. Y como lo dijo, ella se acostumbró a tomar todas las noches leche tibia, había crecido tanto en ésos últimos meses, que ya no media el tamaño de su mano, ahora era del tamaño de su mano, hasta una cuarta parte de su brazo.

Lisa fue una buena tía, ella luego compraba juguetes y jugaba con Minimi por las tardes, apenas terminaba la tarea comenzaba a jugar en el piso con los juguetes, mientras los intentaba alcanzar con sus pequeñas patitas.

La canción Fine lo hizo dejar un lápiz al lado de la hoja llena sobre el movimiento de la literatura realista. En la pantalla de su celular la foto de Lisa apareció, deslizó el botón que dejaba contestar la llamada y lo colocó en su oreja segundos después, una mala idea.

— ¡Jungkook!— Éste soltó un quejido por el repentino grito y quiso pegarle aunque no pudiera pues ella estaba en la tienda comprando algunas cosas para la escuela.

— Ya te he dicho que no grites cuando estemos en llamada, me quedo sordo Lisa.

— Perdón, perdón. Primero ¿De cuál papel me dijiste? ¿Mate o claro?

— Mate, Lisa. Te lo anoté en la hoja que seguramente llevas dentro del pantalón.

— Ah, eso... La segunda cosa. Jin hyung nos invitó a una pijamada con nuestros demás hyungs y Jisoo unnie.

— Está bien, pero la casa de Jin está lejos de aquí.

— Lo sé, Yugyeom nos tendrá que llevar.— Escuchó un suspiro de la otra línea.