melodía ; yoonkook

Prólogo

Desde el día en el que me mudé, siempre que paso por allí, oigo esa melodía sonar.

Por la raja de la ventana entre abierta, sale una cancioncilla tocada al piano. Se hace el silencio, y se vuelve a repetir.

¿Quién será esa persona misteriosa de la casa de al lado?
Me asomé a la ventana de mi nuevo cuarto, y la volví a oír, dándome cuenta de que la había memorizado. Estaba tan ensimismado que casi no oí a mi madre llamándome.

-Jungkook, ¡a comer!

Cerré la ventana y corrí hacia el salón. Mi padre trabajaba esa noche, así que estábamos a solas mi madre y yo. Había un silencio incómodo que fue interrumpido por la melodía al piano que se oía difusa en la distancia. Mi madre rodó los ojos.

-Llevamos tres días aquí y el niño del vecino no hace más que tocar y tocar y tocar...

A mi madre no le hacía mucha ilusión el tema de la música. Nunca se había mostrado abierta a mi sueño de dedicarme a ello en un futuro. Yo decidí no contestar, así que el silencio volvió a inundar la habitación.

-Mañana es tu primer día de instituto aquí, hijo.

Asentí, poco entusiasmado. Dejé a todos mis amigos atrás e iba a costar empezar de cero.

Terminé mi cena rápidamente para librarme de la tortura a la que me estaba sometiendo y subí de nuevo a mi cuarto.

La melodía había parado, pero pude observar como una silueta se movía en la ventana.

Será él, pensé.

Algún día te conoceré, mi misterioso chico del piano.