melodía ; yoonkook

-9-

Yoongi POV

-Me acuerdo... ¿qué pasó?- preguntó Jungkook mientras me arrepentía profundamente. Igual no era tan buena idea.

Pero ya era demasiado tarde.

-Cuando estábamos volviendo a casa, me... me...

-¿Te...?

Tomé aire y sentí como me ruborizaba.

-Me... me besaste.

Jungkook se paró en seco y me miró. Él también se ruborizó, mucho más que yo. Notaba como intentaba decirme algo, pero no podía.

-No... no pasa nada, ¿eh? No me importa- intenté tranquilizarle, pero salió corriendo.

-Jungkook, ¡espera!

Él no se dio la vuelta, pero pasados unos metros, se tropezó y cayó de boca contra el suelo.

-¿Estás bien?- le dije mientras me acercaba. Jungkook intentó levantarse de nuevo, pero vi cómo la sangre goteaba de su rodilla.

-Hyung, lo siento- murmuró sin ni si quiera girarse. Soltó un suspiro de dolor.

-No pasa nada, te lo he di-

-¡SÍ PASA!- me cortó él, mirándome por fin. Tenía las lágrimas en los ojos-. ¡Me emborraché, hice algo que no está bien, estuvo fuera de lugar, y ahora no me puedo ni levantar!

Acaricié su pelo y me agaché junto a él. Había de nuevo silencio, pero llegó un momento en el que Jungkook rompió a llorar.

-Jungkook, no me importa que me besaras. Me gustó.

Se giró y me miró fijamente.

-Mientes.

-¿Por qué iba a hacerlo? Me encantó. Besas muy bien.

Jungkook se sonrojó de nuevo. Me sonrió y tomó mi mano.

-¿Me ayudas a levantarme?- me preguntó, mirando su rodilla, que aún goteaba algo de sangre.

-Te curaré, vamos a mi casa.

Jungkook y yo fuimos hacia mi casa, lentamente, ya que él no podía apenas andar. Se había dado un buen golpe.

Cuando por fin llegamos, intenté llevarle al baño lo más rápido posible, porque mi padre estaba haciendo maletas, y no quería que se enterara aún.

Senté a Jungkook en el lavabo, y saqué lo que necesitaba para curar su herida.

-¿Va a doler mucho?- dijo mientras le acercaba la gasa con agua oxigenada.

-Ni te darás cuenta de que te estoy tocando- le mentí, cogiendo su mano con la que yo tenía libre. Nada más ponerle la gasa encima, la apretó con todas sus fuerzas.

-¡AAAAAH!- gritó, sacudiéndose para apartar la gasa-. ¡Escuece, joder!

Después de varias pataletas, conseguí curar la rodilla de Jungkook, y se bajó del lavabo.

-¿Nos vamos?- le dije, pero él se dirigió a mi cuarto. Le agarré rápidamente. Si entraba, vería todas mis cosas a medio empaquetar.

-Jungkook, vamos a llegar tarde.

-Pero ya no llegamos a primera, nos da tiempo a llegar a segunda hora, podemos quedarnos aquí.

-Tenemos que irnos. Ya.

-¿Pero por qué?

-He dicho que nos vamos.

-¿Qué te pasa? ¿Es que de repente te importa el instituto?

El tono de voz empezaba a subir en la conversación.

-Jungkook, venga, no me seas.

-¿Que no te sea qué? ¿Qué coño te ha entrado así de repente? Hace 10 minutos me estabas diciendo lo bien que besaba, y ahora quieres sacarme de tu casa a toda costa, ¿qué tipo de bipolaridad tienes?

Noté como se estaba empezando a alterar.

-Jungkook, tranquilízate, por favor...

-Estoy perfectamente tranquilo. Ahora déjame entrar en tu cuarto. ¿Es que me ocultas algo?

Mierda.

-N-no- le mentí, de nuevo, desviando la mirada.

-Mírame a los ojos y dime que no ocultas nada.

Jungkook POV

-Mírame a los ojos y dime que no ocultas nada- le dije a Yoongi, acercándome más a él.

Él me miró fijamente, y justo cuando intentó articular palabra, sus ojos se llenaron de lágrimas y apartó la mirada.

-Pasa si quieres- me dijo, con la voz temblorosa-. No quería que te enteraras aún, pero parece que no me queda otra.

Asustado de lo que podría encontrar, abrí la puerta lentamente y al verlo, mi corazón se hundió.

Había cajas por todos lados. La mitad de las cosas estaban metidas dentro de ellas. Pero faltaba algo más importante que todo eso.

-Yoongi, ¿dónde está el piano?- le pregunté, girándome a mirarle, preocupado-. ¿Qué está pasando?

Yoongi no me contestó. Simplemente se miró y se encogió de hombros, sus labios temblando para intentar contener las lágrimas.

-¿Te vas?- pregunté, con un nudo en la garganta, rezando internamente por no obtener un sí como respuesta. Pero lo obtuve.

-Mi padre tiene la custodia y quiere mudarse, fuera de aquí. Si nada más ocurre, la semana que viene me habré ido.

Sentí como mi mundo se derrumbaba. Todo se estaba derrumbando. Todo.

-¿La s-semana que viene?- dije, mientras los ojos se me cristalizaban-. ¿Cuándo me lo ibas a decir?

-No lo sé, pero no quería que te enteraras así...

Tras unos instantes de silencio, de repente Yoongi me abrazó y empezó a llorar.

-Lo siento tantísimo, Jungkook...

-¿Por qué lo sientes?

-Por irme. Por dejarte. Tengo miedo de que te alejes, de que nos alejemos, de que te pase algo...

Cogí a Yoongi de la cara, como él hacía siempre conmigo.

-No pienses eso, ¿vale? Te llamaré todos los días, nos intentaremos ver, no vamos a perder la relación, te lo prometo.

Nos miramos fijamente varios segundos.

¿Debería hacerlo?

Yoongi dice que beso bien.

A Yoongi le haría feliz que le besara.

Después de respirar profundamente, me acerqué aún más a su cara. Pero me paré cuando nuestros labios se rozaron.

-Jungkook, ¿qué haces?- preguntó Yoongi.

-Quiero intentar hacerte feliz.

Cerré los ojos y, por fin, nuestros labios se tocaron.

Fue un beso largo, y lo estaba disfrutando de verdad.

Y por fin me iba a acordar.

Paramos unos segundos para tomar aire y Yoongi me sonrió.

-Sigues besando igual de bien, Jeon.

Yo también le sonreí.

-No te vayas... quédate aquí, conmigo...- le supliqué mientras cogía sus manos.

-Lo intentaré, ¿vale?

Asentí y suspiré.

-¿Nos vamos al instituto?

-Ah, ¿ahora sí?

Los dos nos reímos y salimos del cuarto de Yoongi, sin soltarnos la mano. Nos disponíamos a salir por la puerta, pero algo nos paró antes.

-¡MIN YOONGI!- oí gritar a su padre-. ¿QUÉ COÑO HACES Y ADÓNDE CREES QUE VAS?