DULCES Y CHOCOLATES • JOERICK

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La noche llegó, los amigos del oji-verde le habían llevado su bicicleta a casa ya que cuando salio corriendo la dejo tirada.

Ellos seguían igual de confundidos por su comportamiento.

No entienden porque salio corriendo cuando el Señor Joel solo quería invitarle Dulces y Chocolates.

Por parte de Erick... El corrió, llegando a su casa algo agitado. Subió lo más rápido a su habitación y se tiro a su cama.

El tampoco sabia porque había salido corriendo, solo sabia que estaba sintiendo cosas por aquel hombre mayor que el.

Y tenia que prohibirse a si mismo enamorarse, no se fijaria en alguien mayor que el.

Aparte a el le gustaba Richard. El era apuesto y se llevaban muy bien.

De hecho Erick le contó a Christopher su atracción por Richard.

Y el castaño le dijo que lo ayudaría a saber más sobre el.

Ahora el confundido era el, no podía estar con alguien mayor.
Eso estaría mal y sus padres no se lo permitirían.

No podía permitir que su vecino le gustará. No lo haría.

De tanto pensar cayó en un profundo sueño.

(...)

Al despertar Erick se levanto al baño e hizo sus necesidades.

Se puso algo cómodo de su closet y bajo a desayunar.

Cuando iba bajando por las escaleras sintió el olor de los Pan-Cakes que estaba preparando su Madre.

Llego a un lado de ella, la saludo con un beso en la mejilla y un 'Buenos Dias.'

Teniendo como respuesta un 'Buenos Días' de igual manera.

El menor de encontraba decidiendo en si decirle a su Mamá lo que pasó el día anterior o no.

Sin embargo, decidió si decirle.  

- ¿Mamá?

- Dime hijo. 
Dijo mientras le servia el desayuno.

- Te contare el porque ayer llegue corriendo a  casa.

Su Madre paró en seco sus movimientos y lo miro fijamente.
Erick trago duro y como vio que su Mamá no le decía nada decidió seguir con lo que le diría.

- Pues ya conoces al Señor Pimentel ¿No? 
Ella asintió.
-Pues el como todos los días según Chris, les da Dulces y Chocolates a todos los niños de la privada. Pero como ustedes me han dicho que no le acepte nada a los desconocidos, yo no agarre ninguna golosina. Entonces el Señor se comenzó a acercar a mi y yo me percate del acercamiento y no supe nada más que hacer... Que correr.

La Madre del menor estaba atónita a lo que su hijo le acababa de decir, tenía que hablar con su esposo del Señor ese.
Nadie se podría acercar a su hijo y mucho menos alguien mayor que el.

La Señora Daysi no dijo nada a todo lo que le había contado su hijo. Solo se quedo en silencio un par de minutos y continuo con lo que estaba haciendo unos momentos antes.

Sirvió el desayuno y se fue a su recamara, dejando a Erick comiendo solo.

- Sera un día largo.
Susurro en un suspiro el menor.

Holaa!!!
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Mucho Amor Para Ustedes♥♥♥

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