El Dios del engaño y Lady Sif. ©

Capítulo 6.

Disclaimer:

Los personajes de la siguiente Historia no me pertenecen, son propiedad exclusiva de Marvel Comics y Stan Lee, pero su trama es completamente mía. No autorizo la reproducción, ni la publicación de esta historia en otro sitio sin mi consentimiento, sea parcial o enteramente. 

Holaaa!!! Mil perdones por la tardanza, pero tuve que rendir en la facultad y estuve super atareada estudiando, pero aquí he vuelto, más o menos puntual a la entrega semanal jeje. Asíi que si hay algún dedazo ortográfico sepan disculparme. Espero no decepcionarlas, y como siempre: espero muchos reviews

Capítulo 6.

—He estado pensando mucho y creo que debo ir por Jane, traerla a Asgard…

~O~

Las palabras de Thor le daban vueltas en la cabeza y se maldecía por no tomarlo entre sus brazos y confesar, decirle que no necesitaba a ninguna midgardiana si la tenía a ella. Pero Loki tenía razón, ¡Qué cobarde era! Muy valiente como guerrera, pero como mujer una cobarde. Y Thor, él siempre evadía cualquier insinuación haciéndose el distraído.
Sería una de  las pocas veces que Sif lloró desde que dejara de ser una niña caprichosa, cuando Loki cortó su rubio cabello. Pero allí estaba, llorando en su habitación. Desde su ventana pudo ver el reflejo del portal del Bifrost iluminando la noche y supo que Thor se había  ido en busca de Jane.

~O~

Loki estaba en su habitación, se había sumergido en una bañera redonda  asgardiana  para quitarse el polvo de haber sido arrojado al suelo de tierra por Sif, y para calmar sus dolores. Cuando su baño acabo se dirigió a su habitación, aún en paños menores, y tomó del cajón de su armario un ungüento. Se recostó en su lecho y no pudo evitar emitir un gemido de dolor, hacer enojar a Sif era muy divertido, pero podía ser bastante doloroso, pensó. Sus costillas, hombro y pierna estaban amoratadas. Se colocó su crema y el alivio llegó de  inmediato  y el color morado desapareció. Qué bueno que su madre le había enseñado a preparar pociones y ungüentos.
Así casi desnudo como estaba se tapó y se durmió.

~O~

Un nuevo día llegó al mundo eterno de Asgard.

—Él es Heimdall, el guardián de Asgard.

—¡Oh, hola!

—Bienvenida a Asgard señorita Jane Foster.

~O~

En el gran comedor del Palacio se desarrollaba un desayuno especial, Odín y Frigga encabezaban la mesa y agasajaban a los tres guerreros por su fiel servicio al reino de Asgard y por la pacificación de los nueve mundos. Loki estaba presente como todas las mañanas, sentado al lado de su madre y frente a Lady Sif.

—¿Dónde se encuentra Thor?—consultó la reina.

—Haciendo caso omiso a mis órdenes, como siempre, pero tendrá que oírme, pues además de su padre, soy su rey —respondió el rey con aparente calma, pero la voz del Padre de Todo dejaba ver su exasperación—.

~O~

Thor atravesó el puente del Bifrost volando con Jane para dirigirse al castillo y entró en el gran comedor con ella caminando feliz a su lado.
Odín, que encabezaba la mesa, aún sin levantar la vista, le habló a su primogénito.