Capítulo 15.

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Disclaimer:

Los personajes de la siguiente Historia no me pertenecen, son propiedad exclusiva de Marvel Comics y Stan Lee, pero su trama es completamente mía. No autorizo la reproducción, ni la publicación de esta historia en otro sitio sin mi consentimiento, sea parcial o enteramente.

Hola!! estoy aquí con un capítulo, creo que el más esperado jeje. Quiero agradecer inmensamente a todos ustedes, quienes han leído, me han apoyado y comenzado a seguirme, que han enviado mensajes para saber más de mi o de la historia. Gracias especialmente a quienes son de otros países y se toman el trabajo (esto en fanfiction, lectores de Rusia y Brasil por ejemplo) de traducir la historia para poder leerla, realmente me hacen sentir especial :)
Espero que este capítulo les guste, es más largo de lo común en mis pequeñas entregas, menos mezquino, ya que pude dedicarme como quería a él.

Capítulo 15.

“(...) el príncipe del Engaño se inclinó ante ella en una educada reverencia, para luego ofrecerle su brazo...”

~O~

Ella lo tomó con reticencia, una sonrisa arrogante que le hubiera gustado borrar de un golpe adornaba el rostro de él.

Debió reconocer para sí misma que se veía imponente enfundado en su traje de gala, de un dorado más intenso que nunca, sólo interrumpido por el verde de sus mangas y capa, su pantalón de un color oscilante entre el verde oscuro y el negro. Una vestimenta similar a la de su breve experiencia como rey de Asgard.

-Aún estas a tiempo de huir.- Aunque él susurró, ella pudo escucharlo perfectamente. Elevó su cara hacia él con una falsa sonrisa agradable.

-Sabes bien que huir no está en mi naturaleza, así como conseguir todo lo que quieres parece no estar en la tuya.
Los ojos de él centellearon con diversión .
- Estoy sorprendido, parece que tanto tiempo junto a Thor no te convirtió en una ignorante después de todo, y debo reconocer que estás hermosa.

No supo bien porqué, quizás el hecho de que fuera el segundo en decirlo hacía que la afirmación sonara más verdadera, haciéndola sentir halagada y bella como pocas veces. Fue por eso tal vez que sus mejillas se colorearon y dibujó una pequeña sonrisa, esta vez verdadera, al tiempo que articulaba un tímido "Gracias".

Todo era vertiginoso para ella, su vida sería otra al llegar al final del pasillo. Las luces y los contrastes de las bellas ropas de la concurrencia asgardiana, la intensa mirada del Thor fija en ella y la de casi todos los presentes, sumado a los nervios y la presencia burlona de quien se convertiría en su esposo, la mareaban como cuando era niña y jugaba a girar sobre su propio eje. Increíble que eso alguna vez le hubiera parecido divertido, pues la inestabilidad y la incertidumbre no estaban hechos para ella.

Ya estaban cerca del tramo final, hasta había olvidado que iba colgada del brazo de él, que parecía no poder mantenerse callado, aumentando aún más sus nervios y las ganas de golpearlo.

—¿Tienes miedo? — Le preguntó con tono inocente y fingidamente preocupado.

—¿De tí? — Ella se rió con burla,cosa que a Loki le fascinaba, pues eso la distinguía del grupo de mequetrefes que acompañaban a Thor: ella era arrogante. —Tú deberías temerme «¿Acaso esa maldita mueca de diversión no se borraba nunca de su cara en los últimos tiempos? Antes al menos simulaba inocencia.»

Finalmente llegaron hasta Odín, Sif le ofreció a su Rey el saludo protocolar, Loki no iba a inclinarse de nuevo, así que aparentó distracción. El Padre de Todo parece a ser el más feliz de todos por la situación, seguido por Frigga que, aunque preocupada, parecía emocionada ante la perspectiva de que Loki ya no estuviese sólo. Incluso se había ataviado con un largo vestido dorado en apoyo a su hijo pequeño, su protegido.

El Dios del engaño y Lady Sif. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora