Capítulo 8.

2.6K 176 26
                                    

Disclaimer:
Los personajes de la siguiente Historia no me pertenecen, son propiedad exclusiva de Marvel Comics y Stan Lee, pero su trama es completamente mía. No autorizo la reproducción, ni la publicación de esta historia en otro sitio sin mi consentimiento, sea parcial o enteramente.

Capítulo 8:

-¿Y si yo, como heredero al trono, decidiera desposarla?- preguntó Thor, que había caminado hasta situarse cerca de la joven dama, en un acto desesperado.

~O~

Los ojos de Sif se iluminaron ilusionados por un momento, « ¿Será que él se dio cuenta de que la perdería?
-¿Qué haces Thor?- Se atrevió a preguntar en voz baja- ¿Y Jane?

-Milady, siempre has estado para mí como la gran amiga que eres y muchas veces te has sacrificado. Es mi turno ahora de hacer lo mismo por ti, no dejaré que mi hermano arruine tu vida. Jane… Lo entenderá

Las palabras se agolparon una tras otra en la mente de Sif hasta cobrar sentido, y finalmente una sola quedó como conclusión: sacrificio. «Él se estaba sacrificando al pedir casarse con ella, al dejar a la mujer que sí amaba para forjar un futuro con su mejor amiga.»
«¡Maldita nobleza!» Por primera vez una de las cualidades que la habían hecho enamorarse de él le revolvió el estómago. Quería a Thor, pero no así, no sin amor y para que la culpase el resto de su vida por no ser feliz. «Ella no necesitaba un héroe, sólo quería amor.» Una tormenta pasó por sus ojos al tomar una decisión, el Dios del Trueno le había sonreído tristemente y balbuceado algo así como “Seremos felices, verás.”.
Odín por primera vez se debatía internamente qué hacer: no podía quitarle a Loki la mujer que le había impuesto (aunque fuera eso: una imposición)  por un arrebato de Thor, del que seguramente el impulsivo Dios del Trueno se arrepentiría, porque volvería a ser un mal padre al poner las decisiones de Thor por encima de las de Loki. Pero también debía priorizar la felicidad de Sif, después de todo era como una hija para él que la había visto nacer y crecer hasta convertirse en la valiente mujer que ahora era, y que tantas veces había luchado por Asgard. «¿Qué elegir? ¿Darle una vida a medias con Thor, a menos que él olvidará a la chica humana y finalmente la amara; o un futuro también incierto con Loki que jamás había amado a nadie?»
Cuando estaba por resolver qué hacer, la voz femenina lo sacó de sus cavilaciones.

-No Thor, si tú tomarás esa decisión yo me negaría.- Sentenció Sif.
Loki no pudo evitar carcajearse y lanzar un comentario.

-Creo que el gran príncipe Thor ha llegado tarde, y no me refiero sólo al reparto de cerebros.- El rubio lo fulminó con los ojos y prosiguió en su plan de salvataje, luego de que una mirada severa de la Reina acallara al pelinegro, que simuló cara de inocencia.

-Pero Sif debes entender…

-No Thor, tú debes entender. Has elegido tu camino y debes dejar que yo enfrente el mío. ¿Qué le dirás a esa muchacha a la que le prometiste amor? ¿Que la trajiste aquí para qué?, ¿Para abandonarla luego?

-Tú no amas a Loki, ni el tampoco a tí.- Dijo en un último intento por convencerla de que le permitiera ayudarla.

- Tú tampoco me amas y no serás feliz, y tampoco yo.- No se atrevió a negar su amor por él, Loki ya la había puesto en evidencia y avergonzado, «¿Qué más daba?»

-Lo entiendo- Se resignó el blondo.

-Bien- El retumbar del cetro de Odín silenció la sala por completo y centró toda la atención en las palabras que diría el Padre de Todo.- Siempre te he considerado una mujer digna, pero ahora tus palabras confirman lo sabio y noble de tu corazón Lady Sif. ¿Acatarás mi pedido? -Que había sido más bien una disposición.

-Lo haré mi Rey- Dijo la doncella inclinándose hacia ambos reyes del mundo eterno, sospechando que se arrepentiría de no haber salido corriendo. Pero huir no estaba en su naturaleza.

~O~

La reina Frigga se acercó a Sif, que se encontraba en uno de los balcones alejados, observando tristemente el paisaje, como lo hacía Thor cuando extrañaba a Jane. Aún no sabía de dónde había sacado el valor para rechazar la oferta de Thor.
Frigga posó su mano sobre el hombro de la joven, que intentó inclinar su cabeza con el saludo protocolar pero la reina no la dejó, levantándole el mentón con la mano.

-Estoy muy orgullosa de tí, sé lo difícil que fue este día y lo mucho que te costó dejarlo ir. Sólo espero que él no se arrepienta de no haberte elegido antes.

Una lágrima traicionera se escabulló de su mirada, y la reina la abrazo.

-Tengo miedo, ¿qué pasará ahora?- Preguntó la guerrera en un inesperado ataque de inseguridad ante el panorama futuro.

-Intentaras ser feliz, y yo estaré siempre para ayudarte cuando lo necesites.- Frigga se alejó lo suficiente para mirarla a la cara antes de continuar, como si quisiera asegurarse de que sus palabras serían recordadas. -Loki no es sólo lo que muestra, posee sentimientos que oculta incluso de sí mismo, sentimientos buenos, debes prestar atención y verás lo bueno en él. Y recuerda que todo lo que mi esposo hace tiene una razón.

Sif la miró un tanto confundida, pero aún así asintió.

-Es tarde, deberías descansar.- La mirada de ternura de la Reina denotaba lo dulce que era como madre. Dicho esto se alejó hasta dejarla sola nuevamente.

El Dios del engaño y Lady Sif. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora