Capitulo 4.

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  Disclaimer:
Los personajes de la siguiente Historia no me pertenecen, son propiedad exclusiva de Marvel Comics y Stan Lee, pero su trama es completamente mía. No autorizo la reproducción, ni la publicación de esta historia en otro sitio sin mi consentimiento, sea parcial o enteramente. 
Gracias por tomarse el tiempo de leer mi historia, espero les siga gustando. Gracias a mis lectores de siempre y a los nuevos, a quienes me sumaron como autora favorita y también eligieron esta historia entre sus preferidas, y  a quienes siguen la historia con las alertas.
Bueno, ya hice mi parte y subí capi nuevo, y es bastante largo, ahora les toca dejarme sus reviews, cuantos más dejen más pronto actualizare jeje. Si dejan sus reviews Loki les regalara un beso (ojalá fuera cierto, porque a mí me encantaría tener uno de esos besos! )

Capítulo 4.

—De acuerdo.

Se desquitaría con Loki entonces.

Se pararon ambos en el centro de la arena, Loki levantó una ceja y sonrió abiertamente.

—Ésto puede ser divertido —comentó el dios con un tono alegre.

_Yo no estaría tan seguro —murmuró Fandral a Volstagg—.

Sif sonrió y lo miró desafiante mientras activaba el doble extremo de su espada convirtiéndola en una especie de lanza.

—Oh, oh, no, será mejor que usen espadas de práctica —dijo Thor, y ante la mirada desilusionada de la guerrera agregó —no creo conveniente darle un arma a él, y no es que no sea divertido ver como lo maltratas un poco con tu espada mientras está indefenso, pero a Madre no le gustará.

—Te has vuelto civilizado hermano, veo que Midgard ha hecho milagros en tí.

Sif tomó la espada de práctica, de metal y similar a la suya, con pequeños toques de energía a los extremos para simular en el oponente un golpe de espada real.

Loki también tomó un arma de práctica cuando Thor liberó sus muñecas, sólo que escogió una espada simple y una pequeña daga.

—¿Estás listo? —preguntó la bella guerrera—.

—No subestimes a tu oponente Sif, podría sorprenderte —dijo el ojiverde—.

Sif activó en su espada el doble extremo, como en su arma real, y dió el primer ataque chocando su espada con la del ojiverde, que detuvo su golpe con facilidad y giró. Él era rápido.

—Estas enojada bella Sif, y no es por mí, ¿cierto? Él sabe que lo que sientes, pero no quiere verlo, te ignora deliberadamente —comentó como si hablara de algo sin importancia—.

Ahora ya no estaba enojada, estaba furiosa y debía callarlo. Sabía que lo hacía para enojarla y que perdiera la concentración, pero por más mentiroso que fuera, Loki sabía leer a las personas, y esta vez decía la verdad y no dejaría que Thor lo oyera. «Si no podía tenerlo como hombre, al menos lo tendría como amigo y quién sabe si quizás un día…»

Se abalanzó hacia él pero Loki fue más rápido y  pasó de largo, y el ojiverde  la  rozó con su espada en la espalda, haciéndola sentir la pequeña descarga de electricidad.

—Ahora estarías herida —se burló detrás de ella, con una voz suave en su oído que logró estremecerla.

Sif aprovechó su cercanía para golpearlo con su codo en el abdomen y girarse para asestarle un doble golpe en el hombro y en la pierna con su espada-lanza, y hacerlo caer de espalda al suelo.
Loki le sonrió desde el piso.

—¿Después de tanto tiempo sin vernos y así me recibes Sif? —preguntó irónicamente— Y yo pensando que me extrañarías —sus palabras eran sarcásticas y el dolor en su espalda era evidente por cómo se tocaba las costillas—.

La bella guerrera se acercó a él triunfante asumiendo que lo había vencido y sólo faltaba apuntarlo con su espada, pero se distrajo y él golpeó sus piernas con la suya haciéndola perder el equilibrio y caer hacia adelante sobre él. El Dios del engaño se giró velozmente, dejando a la guerrera debajo. Cuando Sif intentó defenderse notó el cuerpo masculino, delgado pero fuerte, pegado al suyo y la daga del ojiverde acariciando su delicado cuello.

—Ahora estás vencida —la blanca sonrisa de él se ensanchó y un aroma mentolado llego hasta la pelinegra. Jamás habían estado tan cerca uno del otro. Un susurro llegó a los oídos de ella en un suave siseo que hasta podría resultar sensual si no fuese por la crueldad en sus palabras— Siempre me has subestimado. Eres arrogante y sientes celos de la midgardiana, y aún así crees que eres mejor que yo. Te arrastras sabiendo que nunca se ha fijado en ti y que jamás le dirás nada, eres una cobarde Sif.

Y lo que le dijo le resultó mil veces más doloroso que ser vencida.

~O~

Desde el pequeño balcón inferior Odín y Frigga observaban los entrenamientos.

—¿Realmente crees que sea lo mejor? —preguntó la reina a su esposo—.

—Creo que será la mejor opción para él. Ella es fuerte, noble e inteligente, no caerá en sus manipulaciones tan fácilmente.

—Sabes lo que ella siente por Thor, ¿Qué pasará con eso?

—Y tú mí querida esposa sabes lo que Thor no siente por ella. Aún espero que se dé cuenta de que la midgardiana es un capricho, es efímera. Sif hubiera sido la reina perfecta para mi primogénito, pero él se empeña en no ver que podría ser feliz con ella, aparenta ceguera ante el evidente amor que ella le profesa y todas las cualidades que posee. Él eligió, y aunque nuestro mundo es eterno y Thor podría cambiar de opinión, esas cualidades de Sif son más útiles para nuestro otro hijo ahora. Ella podría enderezarlo un poco: una buena princesa para un poderoso príncipe. Él podría quererla, pues ella posee muchas de las virtudes que él valora: inteligencia, fuerza, poder, destreza, valor y belleza. Tú, mi reina, sabes bien que Loki cuando niño mostraba algo de interés hacia ella, pero Sif prefería jugar sólo con Thor y eso hizo que se alejara, que la despreciara como a todos y que en un acto de venganza traviesa le cortará el cabello volviéndolo negro.

—Lo sé, pero él ya no tiene interés en ella, ni en nada que no sea reinar. Esos sólo eran juegos de niños, y Loki Ya no es un niño. ¿Y ella? ¿Podrá quererlo? ¿Y si no olvida a Thor? Loki también tiene virtudes, es inteligente, brillante, fuerte, valiente, elegante, delicado y masculino. Pero aun si Sif lo amara, su orgullo no lo dejaría amar tan fácilmente a una mujer que prefirió a su hermano primero. Él no perdona tan sencillamente, tú Odín lo sabes. Puede hasta ser vengativo y cruel.

—Lo sé, pero confió en que quizás logren entenderse —seguró el Padre de Todo—.

—¿Qué pasará si se niegan?

—Negarse a una orden explícita de su Rey es considerado traición.

—No voy a cuestionarte, nunca lo he hecho porque todo lo que haces tiene un propósito. Sólo espero que no te equivoques.

—También yo lo espero Frigga, también yo lo espero…


El Dios del engaño y Lady Sif. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora