La Gorda Kii (KH) [TERMINADA]

Capítulo final.

Capítulo 34: Daños y prejuicios.

Dejé que las lágrimas sigan cayendo por mis mejillas y solté aliviado el aire que había contenido.

El calor que llegaba desde mi espalda y los brazos rodeando mi estómago, me dieron tanto alivio que solo me hizo soltar más lágrimas.

Baje mi mirada a aquellas manos que se aferraban con fuerza a mí y dos lágrimas más cayeron al suelo.

Lentamente me giré en su agarre y ahí la ví.

Estaba igual que yo... Llorando a mares.

Todo mi cuerpo y alma se estremecieron al ver sus ojos llenos de miedo y de preocupación.
Estaba más que agitada, sus mejillas estaban rojas y congeladas, su cabello era un desastre y su ropa estaba desalineada.

Ella había corrido hacia mí.

No pude evitar volver a enamorarme de ella.

Puse mis manos a cada lado de su mejilla, baje un poco hacia y uní nuestros labios.

El cielo... Estaba saboreando la parte más dulce y suave del cielo.

Pov ______

¡Mierda! ¡¿Porque tanto embotellamiento?! ¡¿Acaso no saben que deben estar en sus casa cenando en familia?!.

-Señor bajeme aquí- saque de mi bolso un puñado de dinero y se lo dejé, para después correr entre los vehículos hacia el parque.

Mala idea. Me faltaba aire en los pulmones y sentía como se quemaban por el frío. Mis piernas se enfriaron, por el viento frío que chocaba con ellas, y sentía como de apoco se iban entumeciendo más, pero debía de seguir.

Faltaban una cuadra para llegar a donde estaba el gran árbol navideño del parque y sentí mi corazón estrujarse, ya todo el mundo estaba reunido y listo para festejar la llegada del nuevo año, pero yo todavía no estaba con esa persona con la que quería festejar.

Los fuegos artificiales y los gritos de felicidad resonaron en todo el lugar, indicándome que ya estaba llegando tarde y que corría peligro de que Kihyun no esté, las personas a mi alrededor no me ayudaban en nada, solo me dificultaban el encontrarlo. Mis ojos soltaron varías lágrimas ante el pensamiento de que ya no estaba allí cuando de repente observo aquel tapado característico de Kihyun, y a él de espaldas a mí, observando el cielo.

Frené ante el alivio y, sin que pudiera tomar aire, corrí de nuevo pero está vez hacia él al ver que agachaba la cabeza dispuesto a irse.

Lo abracé con fuerza y llore en su espalda. Kihyun no tardó mucho en voltearse y descubrí que los dos estábamos llorando como unos tontos, y al siguiente segundo, los dos nos estábamos besando como unos tontos... Unos tontos enamorados.

Lo extrañe.

No lo niego ni lo oculto. Lo extrañe y lo amo, más de lo que pensé que lo haría alguna vez.

Kihyun movió sus labios sobre los míos, llevandome a un mundo distinto, a nuestro mundo donde solo estábamos los dos, y no tarde en cambiar mi agarre de su cadera a su cuello.

Una escena digna de telenovela, dos enamorados besándose, luego de haberse peleado y separado, con los fuegos artificiales de fondo. Cliché. Era demasiado cliché pero eso también pasa en la realidad.