CAPITULO 52

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Angie mientras tanto había llegado a casa de Meredith ya hace varios meses, allí volvió a sentirse más tranquila y contenida por la buena mujer, si bien no tenía la riqueza que su prima Alessia, eso no le impedía ser una buena persona y ofrecer a quien lo necesite su ayuda.
Ella, ya dejó su falso nombre atrás, como tantas otras cosas que ansiaba olvidar y aún seguían latentes en su mente y en su corazón, ahora era Shannia, la misma que un día salió de su hogar en busca de un destino prometedor y se encontró con tanto allá afuera que terminaron cambiando sus proyectos, y no para bien, eso era lo más lamentable!.
Extrañaba y mucho, los juegos con Liah, las clases de pintura, su ternura...¿Qué sería de ella ahora?, ¿Qué le habran dicho de ella?, ¿La extrañaría tanto como ella lo hacía?.
A lo mejor jamás volvería a verla y eso le dolía sobremanera.
¿Duncan la seguiría odiando?, si...de seguro que si, cada vez más y no podía evitar que se le escapase una lágrima al evocar su recuerdo, tanto tuvo a la mano y tanto perdió en un instante!
- Shannia, querida!! Ven la cena está lista!
- Sii Mery...en un momento voy...
Ambas se habían convertido en buenas amigas, Alessia le dio las mejores referencias y la vida que llevaba la había renovado por completo.
Su vida era muy apacible y solitaria, solamente con la ayuda de Mery pudo salir adelante.
- ¿Sigues triste?
- No...Mery...solo recordaba los bellos momentos...pero son igual de dolorosos que los malos.
- Si, es cierto...anda prueba esta antigua receta de familia, espero sea de tu agrado.
- Mmm la verdad es exquisita!!!
- Sabía que este guisado te haría bien!!
Ambas rieron aunque Shannia por dentro no sentía alegría, disimulaba ante la mujer para no decepcionarla, agradecería eternamente el lugar que le dio en su hogar.

Liah esa mañana amaneció muy decaida, Deliah al tocarle la frente se percató que la niña volaba de fiebre.
Llamaron rapidamente a Duncan que se encontraba desayunando y al instante estuvo en la habitación.
-¿Qué sucede Deliah??
- Es Liah, señor.... tiene mucha fiebre..debemos llamar al doctor
- Sii manda por él..yo me quedaré a cuidarla.
Deliah salió en un santiamén buscando a alguien que llamase al médico.
Liah hace varios años que no recaía en su enfermedad, pero después de haberse marchado Angie, la niña se sentía muy desolada, la extrañaba demasiado.

El doctor Miles estuvo lo más pronto que pudo, la niña no despertaba solo balbuceaba dormida.
Intentaron bajarle la temperatura, pero era bastante rebelde, todos estaban conmocionados y preocupados.
- Temo que sus defensas bajaron Duncan y esa es la razón de que los síntomas volvieran.
- Pero...no entiendo...hace tiempo que no le sucedía nuevamente.
- Si lo sé, pero, ¿ ella está bajo presión o algo que la altere?
- Creo que ya sabes cual puede ser la razón de esto.
- Entiendo
- Desde que se suspendió la boda, no volvió a ser la misma.
Entre balbuceos Liah llamaba a Angie.
- Debe de extrañarla verdad?
- Si....creo que si.
- Por tu hija deberás traerla si ella la sigue reclamando.
-¿Queee? No puedo hacer lo que me pides.
- No te lo estoy pidiendo. Sino exigiendo, todo si quieres que ella mejore.
- Lo pensaré, aunque parece que la tierra la hubiese tragado . La busqué y no he podido dar con su paradero.
- Deberás esforzarte más aún.

Liah repetía en su balbuceo a Angie sin paz alguna.
Ahora solo quedaba volver a repasar los lugares donde pudiese estar.

Mi Dulce MentirosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora