CAPÍTULO 56

646 88 5
                                    

Liah logró despertar un buen día y todo revolucionó, la atmósfera de la casa cambió y por fin se pudo respirar tranquilidad sabiendo que la niña mejoraría.
Todos estaban más que felices y Duncan aún estaba sorprendido, era como si su hija hubiese recibido un bálsamo. Estaba más que agradecido con Shannia, pero su corazón lastimado no le permitía discernir con claridad.
- Prometeme que no volverás a irte Angie!!!- dijo Liah ansiosa.
- No puedo prometerte nada...lo siento. Debo seguir mi camino, encontrar un trabajo para sobrevivir.
- Puedes quedarte aquí, nada te faltará, papá se encargará de todo.

Shannia miró al cielo suspirando y conteniendo la emoción de lo que podría haber sido y no pudo ser.

- Cielo....mira eso no lo decido yo, pero tu creceras y ya no me necesitarás por lo tanto yo debo hacer mi vida.
- ¿No lo quieres a papá?, puedes confiar en mí, no diré nada.
- Ehh...no es eso...solo que son asuntos de mayores y muy complicados.
- Entiendo. Tu quieres a papá aún y él sigue enojado contigo.

La niña dio justo donde más dolía y no podía confesar nada, no era lo apropiado.

-Liah, creo que ya es hora de....
- Si...hora de irme a dormir, ya lo sé.

Dio por entendido el mensaje y ambas fueron directo a su habitación, era una niña muy perspicaz, no se le pasaba un detalle y que distinta se la veía después de dos largas semanas.
Preparó a Liah para dormir y al vencerla el sueño salió en dirección a su habitación, pero alguien la esperaba en el camino.

- Necesito hablar contigo, creo que estaremos mejor en el estudio.
- Si.... En unos minutos estaré allí.

Entró en su habitación como si fuese un gran escape, todos sus sentimientos se arremolinaban en su pecho y no podía pensar claramente.
Se miró nuevamente al espejo y se vio distinta a la institutriz segura que llegó un día, ahora se veía temerosa, agazapada ante cualquier cambio ya que Liah estaba mejor.
Tal vez la citó para pedirle que se marche, y eso sería lo mas logico en ese momento.
Al llegar a la puerta del estudio se quedó inmutada un momento, esta charla sería crucial en sus vidas, para bien o mal.
Golpeó antes de entrar y esperó ansiosa.

- Adelante.
- Aquí estoy...señor....
- No me digas así, nos conocemos demasiado bien como para tratarnos de usted.
- Bien...dime...
- Ante todo te cité para agradecer el esfuerzo que hiciste por Liah, ella te necesitaba y no tuviste reparo en venir por su causa.
- Haría lo que fuera, porque ella no sufriera.
- Me demostraste interés sincero ella y no soy hipócrita para negarlo.
Más allá de eso tenemos otro tema pendiente....¿porque huiste de aquí sin antes dar explicación alguna?
- Yo....yo...no quería causarles más daño....
- Huiste como alguien que realmente hizo algo malo.
- Lo hice y me arrepiento por ello.
- Realmente te arrepientes o estás tratando de buscar una nueva oportunidad?.

Shannia no podía creer lo que escuchaba, seguía furioso con ella así hubiese arriesgado su pellejo por la niña, no podía entenderlo!

- No merezco nuevas oportunidades, lo sé bien y es por eso que me retiro de esta casa. Creo que mi labor terminó. En unos años más Liah no necesitará de una institutriz.
- Bien, veo que tienes todo calculado.
- No, no calculé nada, no soy así.
- Sin embargo con tus actitudes demostraste lo contrario, me hiciste caer como un gran tonto!!!
- Lo sé y no sabes cuanto mal me hace- dijo entre lágrimas.
- No creo que pueda perdonarte jamás, aunque esté agradecido por mi hija, creí poder intentarlo pero no pude.
- No se preocupe Señor....todo se ha dicho ya. Ahora si, no vuelva a buscarme no me encontrará.
- Voy a pagarte por toda la molestia ocasionada, espero no deberte nada.
- No...no se moleste....mi pago ya fue saldado.

Y salió del estudio entre lágrimas que no deseaba que él viera. No volvería a escapar, eso seguro, se despediria de todos como debió ser siempre.








Mi Dulce MentirosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora