CAPITULO 12

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A la mañana siguiente como de costumbre, se levantaba muy temprano a preparar la clase, mientras desayunaba en la cocina, se sentía rara no podía concentrarse en lo que hacía, estaba dolida y sabía muy bien porqué, y ese sentimiento no debía ser así, ella no era nadie para él y nunca lo sería, lo más seguro que apenas contrajera matrimonio con Hether la despidieran y enviaran a Liah a un colegio interno, ¡pobre Liah!, se había encariñado demasiado con la niña y sabía muy bien que ella también, ¿Que sería de su vida si eso pasara, adonde iría?, no, volver con Odette nunca, el solo pensarlo opacaba aún más su humor.
Delia apareció de improvisto y al verla tan distraída quizo saber la causa.
-Buenos días Angelique!, ¿dormiste bien?- preguntó sin dejar de observarla.
- Buenos días, si....creo...algo dormí...si
- Estas muy extraña está mañana, se puede saber el porqué?.
- No...no hay motivo alguno, sólo desvelo - dijo titubeando.
- Te pone nerviosa ella o él? - sonriendo pícaramente.
- Nooo no es nada de eso, sólo estoy cansada, ya pasará.
- Si..ya pasará...
Al ir en busca de Liah sin querer tropezó y justo cuando iba a caer deliberadamente sintió como unos brazos fuertes la sostenían, su reflejo fue asirse con más fuerza para evitar la caída, al levantar su rostro y centrarse en esos ojos azules, a su mente volvieron las imágenes que tanto mal le habían ocasionado, su rubor comenzó a subir y sintió el impulso de escapar, pero Duncan la retuvo sin poder dejar de mirarla.
-Ya puede soltarme Señor, no voy a caer.- dijo molesta.
-¿Asi agradece el evitarle un accidente?- dijo burlón.
-¿ Usted se está burlando de mí acaso?- dijo con molestia.
- Ohh yo...noo..claro que no,¿ porque está enojada?
- Creo que no le incumbe señor...
- ¿Hice algo mal?, Ya sé debí dejarla caer y mirarla de brazos cruzados mientras se quebraba una pierna, quizás!
- Lo siento, gracias no suelo ser tan ingrata, no tengo un buen día.
- ¿Puedo saber porque?
- No...no dormí muy bien, es todo.
- Segura?,yo diría que algo más la puso así, tal vez una carta que no llega?.
-¿ Una carta?, No sé a qué se refiere!
- Un novio que no se comunica hace tiempo, tal vez.
- Ohhh, no, no hay tal novio y ya estoy bien, gracias!
Duncan en su afán de descubrir más sobre esa joven, se olvidó de su promesa de mantenerse lejos, al contrario, el estar cerca y su sólo contacto lo alentaban a querer saber más.
Ella dio media vuelta para irse cuando él volvió a tomarla del brazo en señal de detenerla, ¿pero para qué?.
Angelique sorprendida lo miró y en sus ojos notó algo que no sabía cómo decifrarlo.
- Señor...necesita algo?- dijo temerosa.
- Si....necesito...
Y justo en ese preciso momento, Hether se a personó en el lugar, ambos al darse cuenta se pusieron incómodos como si algo hubiese sucedido realmente. Hether al ver la escena trató de disimular y seguir una conversación normal.
- Ohh, aquí estás querido!!!- ignorando totalmente a Angelique.
- Buenos días, señorita Hether. - logró balbucear.
- Está mañana estoy muy ocupada tengo muchas visitas que hacer, la fiesta debe ser un éxito, ¿no lo crees amor?
Hether obvió totalmente el saludo, y aprovechó la oportunidad de hacerle saber indirectamente que estaba organizando una fiesta.¿Que fiesta sería?, ¿Tal vez la del compromiso?, Una ola de desolación recorrió su pecho, ¿porqué seguía alimentando una ilusión?, acaso creyó que el entablar una conversación con él ya le daría pié a creer algo serio?, ¡que ingenua!.
- Si me disculpan debo comenzar la clase - dijo tímidamente y salió al encuentro de Liah.
Duncan no pudo más que seguirla con la mirada mientras ella desaparecía en el cuarto de estudio.
- Veo que estabas muy entretenido!, dime, ¿de que hablaban?, digo, para que llegarás a tomarla así del brazo, algo debió suceder.- dijo maliciosamente.
- No a pasado nada, tan sólo evité que cayera, sólo eso, pero, ¿porque tengo que darte explicaciones?, acaso, dudas de mi?.
- No cariño, de ti no, de ella no lo sé, es muy bonita e ingenua, puede enamorarse erróneamente de ti, creyendo que estás interesado en ella, ya sabes cómo son las niñas hoy en día.
- Si, claro.
- Bueno desayunemos ya me he retrasado bastante, aún quedan muchos detalles que terminar para la fiesta.
- Está bien, yo debo dejar listos unos asuntos así que tomate el tiempo necesario, no me esperes a cenar.
- De acuerdo amor, te esperaré en mi cuarto.

Al llegar al final del día Angelique cenaba con los demás empleados de la casa, su mente divagaba en su propio mundo, un mundo llamado Duncan, algo que crecía pero sólo en ella, y que no la llevaba a ningún camino.
- Sigues distraída muchacha!- dijo Delia
- Ahh, sólo es cansancio, creo que me iré a dormir.
- Si, trata de descansar, que pases buena noche!
- Buenas noches Delia!

Mientras tanto la cabeza de Hether daba vueltas sin parar, algo debía hacer para desalentar a esa joven con respecto a Duncan, no quería que ni por un momento él llegará a fijarse en ella por un descuido, ¿pero que podía hacer?, sólo había algo, invitaría a la joven a dicha fiesta, en la cual habría muchas posibilidades de presentarle a un joven y así desviar su interés hacia otra persona, si, eso sería una buena idea.
Ya satisfecha con su plan se dispuso a convocar a los jóvenes acaudalados que caerían rendidos al ver una joven tan bella e inocente, de paso se liberaría de ella si tenía suerte y conoce a alguien afín.
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Mi Dulce MentirosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora