Capítulo 46

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La obsesión desmedida de Tina en cumplir a raja tablas con el mandato de Hether, se había convertido en su propósito de cada día al levantarse y dirijirse a la Mansión.
De camino pensaba que estaba muy mal hacerlo, pero por otro le aliviaria las múltiples necesidades que tenía.
Al incorporarse al día de trabajo fue como de costumbre al estudio, donde todo debía quedar más que reluciente cuando Duncan Traherns llegara a ocuparlo.
Sintió voces dentro y decidió aminorar la marcha para no entrar de golpe y así interrumpir a su patrón.
Las voces eran de mujeres, podía percibir claramente la voz de Angelique, pero la otra, no creyó saber de quien se trataba, en un momento decidió tomar coraje y abrir la puerta asi fuese minimamente, y así espiar y ver quien discutía con Angie.

- Mira! No me salgas ahora con boberías, yo voy a decidir que paso seguirá una vez que te hayas casado!!!
-Tía...no quiero que esté aquí después que me case, sería muy sospechoso, déjeme en paz, déjeme vivir mi vida!!- dijo sollozando.

Los ojos de Tina no cabían en sus cuencas, hasta dudaba si era verdad lo que escuchaba, no lograba enlazar el hilo, aún no.

- Que crees!!!, que todo este tiempo de espera es para nada?, recuerda quien eres y adonde irás si no me obedeces!! Shannia...si, ya se te había olvidado, ¿verdad?, recuerda sigues siendo la misma señorita citadina que su padre abandonó sin un centavo y miles de acreedores, metelo en tu cabeza!!!
- Estoy cansada, no quiero seguir mintiendo, no a Duncan, Liah....no me casaré entonces!!

Odette de un salto brusco tomó el brazo de la joven y la atrajo hacia sí.

- No vas a suspender esto, yo misma te mandaré a la cárcel, como debí dejar que hace tiempo lo hicieran las personas a las cuales debes fortunas, niña tonta!!

Era demasiado para Tina sus oidos estaban aturdidos de tantas cosas descubiertas, más de lo que jamás creyó saber. Sin querer tropezó con su pié ante tal revelación, pero logró esconderse tras el gran cortinado.
Las damas asustadas por el hecho de que alguien las hubiese escuchado discutiendo, salieron al encuentro del individuo.

- Si alguien llega a enterarse de esto estás perdida, tenlo por seguro.
- Ohh no, no debimos hablar aquí yo le dije que era peligroso.
- Tú dijiste que nadie estaría hoy en la casa.
- Pero la servidumbre si, pero quién?

El temor de Angie fue creciendo a medida que el día pasaba y miraba a los sirvientes tratando de descubrir algo en ellos que los delatara, pero sus nervios eran más potentes y no la dejaban pensar con claridad.

- Angie, querida, te veo nerviosa- dijo Delia
- Si...si cada vez peor, falta tan poco...no sé como calmar mi ansiedad.
- Te prepararé un té asi puedas dormir tranquilamente, no querrás que el novio piense que estás arrepentida verdad?
- Lo estoy...Delia...creo que lo estoy...
- No juegues niña con eso!!!
- Es la pura verdad....no debo casarme, no soy merecedora de todo esto...no puedo...

El llanto por fín la invadió sobremanera, todo tenía un límite y este parece haber llegado a su fín.
Delia abrazó fuertemente a la joven, como hacía siempre que la veía cabizbaja, ella se había convertido en su confidente y eso a la vez la hacía sentir su angel guardián.

-Delia....no puedo sobrellevar esto más, mi tía me está presionando para instalarse aquí una vez casada con Duncan.
- ¿Y eso es malo?
- Por supuesto que lo es!

Pasó a contarle detalles más profundos y no supo que reacción tener ante tal dilema, la sorpresa escapaba por su rostro y terminaba horrorizandola.

-Esto si que es algo totalmente desmedido, qué gran problema hay aquí!!
- No aguanto tanta presión, no la aguanto!
- Debes decirle esto al Señor Traherns, él nunca perdonaría algo así, no quiero imaginarmelo con ese temperamento propio de él, totalmente desbordado!!
- Ves!!! Tú misma me estás alentando a no saber que hacer, solo queda un camino, y ese es el de escapar antes que mentir.
- No mi niña, no deseo decidir por ti ni confundirte más solo tranquilizate y mañana con tu mente ya fresca verás que hacer.
- Como si eso fuese muy fácil!!
- No, no lo es, pero debes hacerlo, pensarlo bien.

Angie ya en su habitación decidió no bajar a cenar, como siempre la excusa que los preparativos la tenían exhausta y debía descansar.
Duncan la sentía distante, pero trataba de entenderla, aunque le costaba demasiado, hasta llegó a pensar que ella no lo amaba como decía, sino no estaría tan aislada y nerviosa, pero decidió que su mente le jugaba trampas a veces.

La puerta de la gran casa de Hether era azotada por golpes furibundos, la alocada joven no pudo esperar más, debía obtener por esto que sabía mucho más que lo que Hether le ofreció en un principio, era demasiado jugozo el secreto que tenía la joven institutriz.

- ¿Puedo saber que te sucede??
- Madame....yo....yo
- Tú, que?,anda habla de una vez!!!

Al escuchar los primeros balbuceos de la joven, creyó que no era el lugar adecuado y de un tirón arrastró a Tina hacia el estudio. Allí miles de cosas fueron reveladas, con el asombro tal de alguien que ganó el gran premio.

- Realmente estás segura de todo esto?
-Ohh si si mi señora...las vi a ambas, casi me atrapan, pero fui muy astuta.
- Ahhh que bien!!!, serás recompensada como mereces, pero solo hasta que yo logre mi objetivo principal verás tu parte.
- Pero....yo necesito más de lo que me ofreció.
- ¿Qué dices? ahh no, no creas que vas a estafarme ahora!!, lo pactado asi será.
- Lo pactado será como yo...lo quiera...sino no diré lo último y más importante.
- ¿Aún hay más?
- Si....pero necesito más dinero....

Después de pensarlo calculadoramente decidió darle lo que pedía, ni todos los investigadores del mundo podrían haber hecho este grande y maravilloso descubrimiento.

- Bien, tendrás lo que pides.
- Gracias....gracias.....

Ya en la soledad de su estudio Hether se sentía liviana, etérea, flotaba en la felicidad total, por fín Duncan sería suyo y de nadie más, destruiría a la joven y sería ella la que ocuparía su lugar nuevamente.

Mi Dulce MentirosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora