CAPITULO 41

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La boda, era el evento más esperado en la gran Mansión Traherns, todo el mundo hablaba de este gran acontecimiento, estaban los que amaban a la pareja y los que los detestaban por el solo hecho de verlos felices, entre ellos se encontraba Hether, la noticia le cayó como un balde de agua fría, aún le costaba reponerse ante tal golpe bajo, ¿cómo pudo Duncan cambiarla a ella toda una dama de linaje por una simple institutriz de poca monta?, era algo inadmisible!!!, en cambio Chris lo tomó con naturalidad, sabía que tarde o temprano eso llegaría y él no tendría oportunidad alguna con la bella Angelique, quizá su punto de vista cambió al conocer a su amada Alessia, se habian convertido en grandes amigos desde esa vez que fue persiguiendo a Angie hasta su Mansión y quedó prendado de esa sonrisa y belleza inigualable, de ahí en más las visitas fueron siendo más frecuentes y ya no cabía duda que eran el uno para el otro.
Por otro lado las chismosas de la alta alcurnia iban deambulando la noticia de aquí y allá, sumandole detalles por ahí inexistentes. Todo eso la verdad eran cosas que a ambos ni los afectaba, solo pensaban en los preparativos y que todo fuera un sueño de reina para Angelique.
El día que Angie fue a visitar a su tía Odette no fue uno de los más gloriosos, sabía la felicidad que le proporcionaría a ella, pero a la vez eso le daría pié a calcular nuevas tretas para lograr apoderarse de parte de la fortuna Traherns, y ella sería el puente que la llevaría a tal traición.
Miles de veces se planteó el como debía manejar la situación con ella, pero todo recaía en su futuro en la cárcel, de lo cual no quería ni pensar, ¿porqué su padre no fue más precavido?, ¿porqué arruinó su vida con mentiras y cientos de cobradores persiguiendola?,
no creía en su tía, no la veía como su salvadora de caer entre las rejas, tenía un mal presentimiento hacia ella, pero no la conocía demasiado como para hacer efectivas sus dudas, no había tenido contacto con ella solo hasta el fallecimiento de su padre, hubiera preferido quedarse en la casona donde vivía con su nana, pero de ser así jamás hubiese conocido a Liah y al hombre de sus sueños.
Ahora que iba a ser la señora de la casa, buscaría a Anna, quería dar con su paradero y llevarla a vivir con ella, no había vuelto a tener noticia alguna de ella y eso la ponía melancólica, extrañaba tanto sus consejos, sus abrazos, en esos momentos se sentía como Liah, sabía a flor de piel lo que era perder un ser amado y quedarse sólo en el mundo deambulando hasta volver a encontrar alguien que pueda darle un espacio en su vida y así acobijarle.
Odette se sorprendió ante la inusual visita, mal agestada como de costumbre recibió a Angie en su estudio.
-¿Y se puede saber que haces aquí?- dijo seriamente.
- Buenos días, tía Odette....
- Déjate de rodeos y siéntate!
- Solo vine a darte la noticia de mi matrimonio con Duncan Traherns, solo eso, no te quitaré más tiempo del debido.

Mi Dulce MentirosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora