Capitulo 25

2K 169 10
                                    

La cena fue en un incómodo silencio, por ambas partes, Angelique estaba de más nerviosa y Duncan no sabía que decir para no atemorizarla.
Angie tomó la iniciativa porque este silencio la alteraba demasiado.

- Y bien usted dirá?¿Que necesitaba hablar conmigo?- dijo sin miramientos.
- En verdad no sé mucho que decir, sólo que ya me disculpé contigo por lo acontecido ayer.
- Bien, si, lo recuerdo, acepto sus disculpas...
- Ahh bien entonces, ¿ya no estás molesta?, Digo...conmigo. - buscando en su rostro tan expresivo una contestación favorable.
- No, no podría estar molesta por mucho tiempo, no soy una persona rencorosa, sólo deseo que no vuelva a desconfiar de mi integridad y mi dedicación hacia Liah, no haría nada que entorpeciera su educación y mucho menos lastimarla.
- Ya veo, te cae bien mi hija!
- Siii...la adoro si puede decirse, y mi compromiso con ustedes es en extremo importante para mí. -dijo muy segura.
- Gracias por aclararlo, en verdad es sorprendente encontrar una joven con tales convicciones y segura de si misma.
- Estoy sola en este mundo, y debo aprender a valerme por mi misma, sé que no es nada fácil, pero he tenido suerte después de todo.
- ¿De estar aquí?, ¿con nosotros?- dijo explorando su rostro.
- Si, por supuesto que sí, y espero seguir con ustedes por el tiempo que Liah me necesite.

Una extraña tensión flotaba en el aire, Duncan la observaba todo el tiempo, como tratando de descubrirla, Angie solo trataba de concentrarse en su comida, pero era inútil, estaba sumida en una burbuja de emociones, nunca le había ocurrido esto.
En el momento menos esperado Duncan tomó la mano de Angelique y ella ante la sorpresa solo levantó su mirada y al encontrarse ambas miradas, miles de mariposas revolotearon en su estómago, no pudo contener el suave roce de su mano y por instinto la alejó.

- ¿A que le tienes miedo?- dijo él
- No...no es miedo...solo que...creo que será mejor que me retire...buenas noches.
En el intento de escapar de esa situación, Angie se puso de pié y antes que pudiese hacer nada Duncan volvió a tomarla de la mano y la atrajo hacia él, ya cara a cara sus miradas volvieron a encontrarse, sin decir más, el besó suavemente sus labios como había deseado desde esa noche después de la fiesta y ella no pudo separarse de él, lo que su corazón le decía era más fuerte que todo razonamiento.
El beso se profundizó a modo de súplica por parte de Duncan y Angie reaccionó ante la sorpresa, el sonido de una bandeja al caer los hizo volver a la realidad, y allí estaba parada con los ojos bien abiertos,Delia que automáticamente se disculpó y salió casi corriendo hacia la cocina, llevando lo que quedaba del postre.
- Mil disculpas señor....yo...ehhh..no fue mi intención...- dijo avergonzada
- No se preocupe, recoja todo y obvie el postre, solo café.
- Sii....enseguida le sirvo...
Angie tenía el rojo de su cara casi carmesí, lo menos que hubiese esperado es que los vieran de esa manera tan incómoda, pero era inevitable los sirvientes iban y venían constantemente por la casa.
Al mirarlo nuevamente notó un brillo raro en sus ojos, como si no le importara en lo mas mínimo que los atraparan así, pero ella se dio cuenta de un detalle demasiado importante y ese era Hether, como podía estar besándose así con su prometido, era una total desfachatez.
Duncan volvió a acercarse lento hacia ella y Angie lo miró seria.
- ¿Que hay de su prometida?, esto es una gran equivocación, no puede estar pasando esto. - dijo avergonzada.
- Ya te lo dije en la fiesta ella no me interesa, no hay nada que me una a ella, no estamos comprometidos oficialmente, y si ese es tu temor hablaré mañana mismo con ella.
No podía creer lo que escuchaba, Duncan abandonaría a Hether una mujer de excelente posición y además muy bella y todo por estar con ella.
- Te lo digo en verdad, no quiero que esto se anteponga entre nosotros, si me aceptas arreglaré todo así no te queden dudas.
El corazón de Angie explotaba de felicidad y temor entremezclado, porque jamás espero nada de él, solo lo amaría en secreto hasta que su labor con Liah terminara.
- Yo...no sé que decir...nunca esperé nada de....usted...
- No te menosprecies, eres una joven demasiado bella y atrapaste mi atención en el mismo instante de conocerte.
- yo...no soy la persona que usted cree...
- Lo sé, no me interesa que no seas de la alta sociedad, ni tu pasado, solo importa lo que sentimos hoy.
Emocionada a más no poder por la gran revelación y a la vez pesaroza ante la idea que debía enamorarlo para conseguir salvarse ella y su tía, la hizo sentir miserable, ella realmente lo amaba, pero debía jugar con él para que no la dejara pudrirse en la cárcel.
Duncan volvió a abrazarla y posó un suave beso en su frente.
- No te preocupes por nada pequeña, esperaremos a mañana.

Mi Dulce MentirosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora