Destiny despertó con un terrible dolor de cabeza, por alguna extraña razón la poca luz que sus párpados filtraban le lastimaban pavorosamente. El mundo le daba vueltas mientras sus sentidos intentaban regresar a órbita, su piel notaba cierta corriente helada, su olfato se llenaba de un aroma a incienso, a manjares y perfumes raros y caros, mientras que sus oídos percibían el bullicio de una gran multitud que chocaba las copas al ritmo de risas producto del jubilo, a lo lejos y casi olvidada se encontraba el sonido de varios violines tocando al unísono piezas que Destiny no logró identificar pero cuyo sonido era envolvente y hermoso, una pieza tan exquisita que se obligo a ponerse en pie aún con los ojos cerrados -No creo que Nicolas me haya traído a una fiesta para esconderme, parece un fantasma muy serio para hacer esas cosas- pensó frotando un poco su cabeza con su mano -¿Donde estamos Nicolas?- murmuró pero no obtuvo respuesta -¿Nicolas?- pero nadie acudía a su llamado abriendo sus ojos de golpe.
Nadie conocido estaba a su lado ni a sus alrededores que ni siquiera le resultaban conocidos, la chica vio todo con impresión, los vestidos de las mujeres, los trajes de los hombres eran de una época completamente distinta, el salón era amplio, su suelo era de mosaico de tono café claro y reluciente mientras que en el techo un enorme candil pendía en el aire de manera tan majestuosa como solo el estilo victoriano podía hacerlo. Las esculturas en oro y bronce de las musas griegas eran testigos mudos desde las alturas de todo lo que acontecía en el baile, invisibles al igual que ella ante los aparentes ilustres invitados.
-¿Pero donde?- se interrogó, sacudió su cabeza y empezó a caminar sin saber muy bien a donde, solo intentaría encontrar a Nicolas de forma decidida. Intentó interrumpir la conversación del primer grupo de personas que encontró pero tal parecía que no la escuchaban, volvió a gritar más fuerte pero nada paso, levanto su mano para tocar al caballero que presumía de sus múltiples viajes a Inglaterra, lo único que logró fue atravesar al hombre que señaló algo extraño en el aire.
La chica en cambio pensó que se trataba de ella, que su presencia fuera de lugar podía haber provocado que el hombre tiritara de frío. Miro sus manos detenidamente estaban trasparentes, simple y llanamente podía ver a través de ella ¿A donde la había llevado Nicolas?. Frunció el ceño, no lo entendía, lo último que recordaba era el tren, los detectives, el rostro de Galen y los ojos de Nicolas, dos agujeros negros profundos, tristes y vacíos.
Volvió a observar a la multitud, todos estaban atentos a un punto fijo, mientras las luces bajan su intensidad y la brisa era cada vez más potente, entre los valientes que se acercaron al frente se encontraba Nicolas, Destiny corrió atravesando a todos con apremio -¡Nicolas!- exclamó con desesperación -¿Se puede saber en donde demonios estoy?- se cruzó de brazos impaciente pero el chico que tenia al frente no parecía escucharla, al igual que los demás observaba hacia el frente, pero mientras las otras miradas eran de terror, la suya lucía viva, inocente... llena de ilusiones, como si finalmente hubiera encontrado un tesoro perdido, una mirada similar a la que mostró la primera noche que lo conoció -Nicolas- susurró entre dientes -¿Pero que? ¡¿Cuando te cambiaste de ropa?-, tampoco fue escuchada, Destiny le vio de arriba hacia abajo, debía admitir que aquel atuendo rojo con detalles dorados no le hacían ver nada mal, de hecho le resultó atractivo -¿Me vas a contestar o no?- interrogó, tratando de tocarlo pero también lo atravesó. Retrocedió unos pasos con sorpresa, no entendía nada de lo que pasaba, tal vez había muerto y no lo notó, su mente trataba de maquilar alguna idea, alguna respuesta, cuando obligadamente una voz llamó su atención al frente.
-¿Porque tanto silencio y sorpresa mis buenos señores?- preguntaba la misteriosa voz envuelta en el eco de una máscara en forma de craneo -¿Creyeron que me daría por vencido?... ¿Es posible que después de tantos años no me conozcan? ¿No sepan de los alcances que puedo tener?- alardeó el misterioso hombre envuelto en ropajes rojos y sus manos cubiertas por guantes negros de piel que hacían perfecto juego con las botas que brillaban con el reflejo de las luces de las velas mientras bajaba lentamente uno a uno los escalones recubiertos de mármol blanco. Amenazante e imponente desenvainó la espada con empuñadura en forma craneo, con rubíes rojos en las cuencas oscuras de los ojos, todo el mundo dio un paso atrás, pero Nicolas permaneció en su sitio, con la misma fascinación en el rostro y brillo en sus orbes oscuras -Tal parece y a juzgar con su reacción que si saben de lo que soy capaz... la maldita pregunta aquí es ¡¿Porque no han hecho lo que les ordene?!- el hombre giró bruscamente hacia dos hombres más o menos ancianos, que inútilmente se escondían uno atrás del otro -Solo me dan a entender que necesitan que desaparezca a toda la orquesta para que mis peticiones sean escuchadas, peticiones que son demasiado simples- susurró mientras sostenía la espada en contra del más anciano -Son de los administradores más ineptos que he tenido en siglos y de los pocos que saben ¡Que yo no juego!- exclamó y el bullicio entre los presentes se desató. El hombre los escuchó y apenas con el rabillo del ojo observaba con detenimiento, poco después empezó a reírse a carcajadas -Después decidiré que hacer con ustedes-.
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La violinista: Una historia del Fantasma de la Ópera.
Mystery / ThrillerDestiny, es una joven inglesa que desea con toda su alma ser una violinista tan grande como Paganini, -su ídolo y ejemplo a seguir- lo fue en su tiempo, sin embargo al no contar con el apoyo de sus padres para pagar a un maestro de música adecuado...