—¿Tú hiciste eso?— Destiny se giró a cuestionar al desconocido hombre, que permanecía quieto, sin muestras de asombro, ofensa o pánico — ¿Tú cerraste las puertas? ¿Que es lo que quieres de nosotros?—
Stefano dibujó una pequeña sonrisa y negó con la cabeza —Es cierto que cuento con algunas habilidades especiales, pero la magia mademoiselle no es lo mío- respondió educadamente —En cuanto a lo que quiero, es muy sencillo— suspiró profundamente, entrelazando sus manos —Primero quería hacer algo de plática, como he dicho no es común que personas deambulen por estas horas, pero... parece que están huyendo de algo o alguien ¿Todo esta bien?— enarcó una ceja observando a Nicolas con detenimiento.
—Estamos bien, muchas gracias, no recordaba que existiese tanta hospitalidad en París— contestó cortante el fantasma, sus ojos negros y profundos no dejaban de taladrar los de Stefano, parecía querer ser intimidante sin mucho éxito. No importaba lo alta que se viera su figura esbelta o los destellos de la luna decorando sus ropajes antiguos, el otro no estaba asustado.
—Aún en estos tiempos modernos es posible encontrar personas amables, aunque si, admito que son escasos— asintió pacientemente —Yo soy uno de esos pocos que viven en París de estos días— se encogió de hombros — Como sea, lo otro que quiero de ustedes es que vayan a mi teatro uno de estos días. No pude evitar contemplar el violín que llevan con ustedes y sin ofensa, los tres poseen toda la imagen que un músico de sangre ofrece, se les nota a la distancia— se acercó a ellos, sacando de su chaqueta una tarjeta extendiéndola con delicadeza hacia Destiny —He conocido a muchos músicos extranjeros y siempre les ofrezco tocar allí alguna melodía, aquí en París nunca faltan los cazatalentos, muchos han logrado posicionarse muy rápido con su música, otros consiguen becas para estudiar en la Academia Nacional de Artes y todo por ir y compartir un poco de su arte, les juro que no se arrepentirán— Destiny tomó la tarjeta con temor, leyendo atentamente en voz baja —Allí viene la hora y la dirección, espero nos honren con su presencia y su arte—.
—¿Porque a media noche?— preguntó Destiny a Stefano pero él ya se encontraba con sus pies rumbo a la puerta, así que la joven comenzó a caminar con los otros dos fantasmas atrás, Galen en silencio sacando conclusiones sobre el desconocido y Nicolas tenso y aparentemente enojado, tampoco decía nada, solo caminaba en modo automático.
—Aquí es la ciudad del arte, del amor y de los valientes, si bien existen muchos que ya no salen apenas se oculta el sol, normalmente los extranjeros aprovechan para disfrutar de lo que la noche les puede ofrecer, aunque tampoco suelen quedarse hasta la madrugada, muchos van a nuestro teatro y les ofrecemos visitas guiadas y protección para que lleguen sanos y salvos a sus hoteles o casa, ese es el fuerte del negocio... ¿además a quien no le gustaría una velada a media noche en pleno París, con buena música y buen vino?— Stefano abrió las puertas —Espero verlos pronto por allí, mientras tanto buenas noches y excelente estancia, bienvenidos a la ciudad de la luz—. dicho esto se retiro lentamente caminando a través de un callejón solitario, su silueta se desapareció en la niebla, dejando a los tres solos otra vez.
—Creo...— interrumpió Destiny el profundo silencio las miradas atentas al frente —Creo que debemos continuar— sobó su cabeza mientras Galen tomaba otra vez su lugar como guía, sin decir nada más que un leve gesto les indicó el camino, uno diferente y no tan desolado como el que Stefano tomó. Caminaron varias cuadras más hasta encontrar una enorme casa con un corte victoriano entre cientos de edificios angostos.
Había dos luces encendidas en cuartos diferentes y se escuchaban ruidos de muebles arrastrándose de un lado a otro, trastes cayendo y monedas rodar hasta la entrada principal, unas enormes puertas de madera con las letras HE grabadas estaban esperando por ellos como su manija en forma de dragón que los miraba con dos piedras rojas en los ojos fijamente, como si tratara de deducir si eran dignos de entrar y caminar por esos tres niveles y los sin fines de ventanas que tenía la casa.
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La violinista: Una historia del Fantasma de la Ópera.
Gizem / GerilimDestiny, es una joven inglesa que desea con toda su alma ser una violinista tan grande como Paganini, -su ídolo y ejemplo a seguir- lo fue en su tiempo, sin embargo al no contar con el apoyo de sus padres para pagar a un maestro de música adecuado...