Capítulo 3: El secreto de Bastian.

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Felipe.

Al salir de ahí estuvimos caminando en silencio por la cancha, principalmente yo estaba esperando que él empezara a hablar. Segundos después nos sentamos en una banca, un poco alejada de todos.

-Sorry por lo que dijo mi polola, aveces dice cosas sin pensar.- Habló él, asentí sin darle importancia, no me importaba en lo más mínimo que dijera ella.

-¿Sólo es eso?.- Pregunté seco, al parecer a él le sorprendió que le hablara así.

No respondió, suspire cansado.

Vaya mierda...

Seguimos sentados en silencio mientras yo veía como llovía, no había parado en ningún momento, un movimiento de mi compañero me llamó la atención, haciendo que lo mire. Él había sacado unos lentes de el bolsillo de su mochila y se los puso.

-No sabía que ocupabas lentes.- Dije, el me miró incómodo.

-Si bueno... No me gustan mucho...- Murmuró, me encogí de hombros.- ¿Se ven mal?.- Preguntó, sonreí.

-No, te ves lindo.- Respondí, y no era mentira, me gusta como se ve.

Me miró sorprendido, le devolví la mirada con una sonrisa, segundos después él se sonrojó violentamente, haciendo que ría más.

-Bueno... Yo me...-

-Voy a terminar con la Cony.- Dijo él interrumpiendo mi despedida, esta vez yo me sorprendí, no pensé que estaba pensando en eso.

-¿Por qué?.- Pregunté.

-C-Creo que me gusta otra persona.- Respondió con su cabeza agachada, él miraba sus dedos mientras jugaba con ellos, sonreí al ver este gesto tan tierno.

-¿Quién?.- Volví a preguntar, en el fondo me molestaba que le gustara una persona, pero la curiosidad me mataba.

-Pronto lo sabrás.- Respondió, sin más se levantó, empezó a caminar con sus amigos mientras se sacaba los lentes, me acerqué otra vez a él.

-No te los quites, te ves bonito así.- Dije mientras le acomodaba los lentes en su hermoso rostro nuevamente, noté como él me miraba fijamente con sus mejillas rojas, sonreí acariciándoles.

-G-Gracias.- Murmuró, vi como se acercaba lentamente a mi cara y me dio un beso en la mejilla, después de esto, prácticamente corrió hacia sus amigos.

Reí al sentir como mi corazón se había acelerado solo por ese simple gesto.

***

Bastian.

Al acercarme a mis amigos, me miraron curiosos por llevar mis lentes en el colegio, los lentes sólo los llevaba en mi casa normalmente, ya que a la Cony no le gustaba que los ocupara, decía que me veía terrible ñoño o alguna volá así.

Cuando me acerqué lo suficiente a ellos, cosa que hubiera no hecho, ya que me empezaron a agarrar pal' webeo.

-¡Uy weona!- Exclamó el Ruso apenas me acerqué, cabro culiao.

-No habli' culiao.- Dije empujándole suave, si es webeo igual po' no iba a sacarle la chucha.

-Ya, ya weon.- Dijo el Rodrigo, sonreí, alguien que me apoya y no me agarra pal' webeo, alguien maduro.- ¿Quien muerde la almohada?.- Preguntó, retiro lo dicho.

Sapo culiao

-¡C-Callate aweonao!- Exclamé, sentí como mi cara se calentaba brigido, puta la wea, parezco pendeja de catorce años, weon.

Flaite. [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora