Capitulo 22: ¿Once? ¡Chupalo entonce'!

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Bastian.

-Te preguntarás que tienen que ver los hijos de este bastardo, el problema es que hace unos años intentamos meter al culiao en la cárcel pero ellos nos lo impidieron, estaban de nuestro lado pero después nos traicionaron en medio del juicio, dejando a mi esposa de mentirosa como si ella quería tener la plata de ese conchesumadre a cambio de "mentir" y les creyeron, ganaron el juicio diciendo esa estupidez. ¡A mi esposa no le falta nada! ¿Como va a querer la plata de ese culiao?- Terminó de hablar mi papá, miré al Pipe quien se mantenía pensativo, de pronto se levanto encarando a mi padre, quien se había mantenido parado mientras contaba todo.

-De verdad lamento lo que pasó con Mónica, le aseguro que esta vez todo saldrá tal como lo esperan.- Dijo mi pololo mirando fijamente a mi padre, el le sonrió.

-Eso espero, chico.- Respondió dándole unas palmadas en el hombro al Pipe, sonreí.

Me paré de mi silla tomando mi celular y me fui a sentar al sillón grande, desbloquee mi celular y empecé a contestar unos cuantos mensajes.

-Hijo, llamaré a tu madre, ¿te quedarás un rato aquí?- Me habló mi papá, miré al Pipe y luego lo miré a él, asentí.

Él respondió de la misma forma y se dirigió a su oficina, volví a tomarle atención a mi celular, sentí como el Pipe se sentaba a mi lado y se recostaba poniendo su cabeza en mis piernas, bloquee mi celular dándole toda mi atención a él y empezando a hacerle cariño en su pelo, sabía que le relajaba, supongo que necesitaba relajarse.

-¿Por eso Katherine no estaba aquí con ustedes?- Preguntó.

-Por un lado sí, también ella quería irse, cuidar y darle compañía a nuestra abuela, que cuando supo lo que le pasó a mi madre, enfermó.- Respondí.

Él asintió entendiendo, seguí dándole cariño a su pelo, él estiró su mano para tocarme la cara.

-Eres muy lindo y tierno.- Dijo, sonreí.- Demasiado para ser un flaite culiao.- Agregó.

-Txaa, ¿culiao por vo acaso?- Dije, me arrepentí al ver su cara de perversión, sentí como mi cara se empezaba a calentar.

-¿Acaso no te acuerdas?- Preguntó.

-No, no me acuerdo, callate.- Respondí.

-¿Quieres que te ayude a recordar?- Volvió a preguntar.

-¡Cabro culiao!- Exclamé.

***

Felipe.

Miércoles 12 de junio.

Me encontraba comiendo unas galletas que hace rato había comprado en el kiosco del colegio, ya que siempre suelo asegurarme antes porque en este recreo se llena de weones comprando como enfermos mentales, y hablando de enfermos, mi Basti era uno de esos weones que estaba comprando.

-Basti, ya, te puedo convidar.- Dije tratando de hacer que él saliera de toda esa gente.

-¡No weon! A mi no me ganan estos conchesumadres.- Exclamó metiéndose con mas fuerza entre la gente, rodeé los ojos dándome por vencido.

-¿Otra vez intentado domar a la bestia?- Escuché al Ruso quien había llegado a mi lado, sonreí.

-Es porfiado.- Respondí.

-Desde chico aweonao.- Volvió a hablar el Ruso apoyando su brazo en mi hombro mientras miraba la estampida de weones.

-¡Bien conchetumare!- Escuché el grito del Basti, quien estaba saliendo de ahí con tres paquetes de galletas en sus manos.

Iba a hablar pero vi que un weon también salió de la estampida de mandriles y pasó a empujar al Basti, haciendo que este botara sus galletas al piso, rápidamente se agachó recogiéndolas, después se dio la vuelta encarando al weon que en primer lugar había provocado que se cayesen.

-¡Oe' enfermo culiao! ¿no vei que estoy aquí conchetumare?- Lo enfrentó, el Basti es mas choro que la mierda y el weon es mucho mas alto que él, como yo.

-Callate pendejo weon.- Respondió, si no mal recuerdo este culiao va en el tercero c, con que cara habla de pendejo.

-¡¿A quien llamai' pendejo, pendejo e' mierda?!- Dijo ya el Bastian enojado, dándole las galletas al Ruso que se había parado a su lado para marcar presencia.

-A vo'.- Respondió mientras tres amigos de él se paraban a su lado, me acerqué.

-¡¿Y que te creí' vo' mojón mal cagao'?!- Dijo el Basti, vi que el weon le tiraba un combo pero alcancé a reaccionar.

Le tomé el brazo que tenia estirado hacia el Basti, atraje al tipo hacia mí haciendo que se agache un poco y le di un rodillazo en el estómago, haciendo que se desplomara en el piso. El Basti me miró sorprendido.

-¿O-Once?- Dijo el tipo mirándome asustado, hace mucho que no me decían así, elevé la ceja mirándolo.

-¿Que mierda intentaste hacer?- Pregunté.

-Na-Nada.- Tartamudeó.

-¿Nada?- Pregunté nuevamente.

-¿Por qué lo defendió, señor?- Preguntaron los demás, los miré, ellos bajaron un poco la cabeza.

-Fuera de mi vista.- Dije.

-¡Lo-Lo sentimos, Once, no volverá a pasar!- Dijeron todos al unísono mientras tomaban al tipo del piso y se iban.

Miré a mi alrededor y todos murmuraban cosas, frunci el ceño haciendo que todos volvieran a hacer lo que estaban haciendo, me devolví a donde estaba para seguir comiendo mis galletas, el Basti me siguió rápidamente.

-¿Qué wea? ¿Once?- Preguntó.

-Chupalo entonces.- Respondí.

-Ya po' weon.- Suspiró, reí, el Ruso se sentó en frente mío y el Basti a mi lado.

-Así que tú eri' Once.- Murmuró mirándome, me encogí de hombros.

-¿Qué wea hablan?- Preguntó el Basti totalmente perdido.

-¿Weon, llevai caleta de rato en el colegio y no cachai a Once? Vivi' en plutón.- Dijo el Rodrigo, quien se acercó rápidamente al escuchar un pedazo de la conversación.

-No cacho po'.- Dijo.

-Once fue uno de los matones mas cuáticos del colegio, eran cuatro en total.- Respondió, comí otra galleta.

-¿Y porqué "Once" si eran cuatro?- Preguntó otra vez.

-Nunca lo supe.- Respondió mirándome a mi, el Basti también me miró, recién había notado que todos estábamos aquí.

-Era mi edad cuando hicimos ese grupo.- Respondí encogiéndome de hombros.

-¿Lo hiciste tú?- Preguntó ahora la hermana del Basti.

-No, lo hizo mi hermano mayor, todos en el grupo somos hermanos.- Respondí.

-¿Tienes hermanos?- Preguntó el Basti con sus ojos brillantes.

-Sí, pero el grupo desapareció cuando nuestro papá murió.- Dije.

Me levanté de mi asiento tomando mis galletas y fui a la sala.

Flaite. [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora