Capítulo 25: Debilidad.

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Bastian.

Nos encontrábamos en un departamento, prácticamente la chica que había ayudado junto con los cabros nos retiró a todos, y eso que somos mas que la mierda.

Específicamente yo me encontraba en una cama bastante grande junto con el Pipe, desde que habíamos llegado éste corrió a llevarme aquí para tratar mis heridas, y aún no terminaba por lo tanto estoy pa' la caga.

-No te muevas.- Dijo el Pipe, su voz era fría pero no me molestó, sus actos eran súper cálidos y llenos de cariño, a pesar que me movía mas que la chucha.

-Me incomoda esta posición.- Mentí, él estaba sentado en una silla al lado de la cama, quería que se sentara en la cama junto a mi.

Suspiró, se levanto de su silla y me tomó en brazos para acomodar mi espalda junto con todas las almohadas, él se sentó y puso mis piernas encima de él, prosiguió a atender mis heridas de las piernas y rodillas.

Miré a mi alrededor, estaban casi todos aquí, menos el chico y la chica que no conocía, hasta Dylan estaba aquí.

La habitación era bastante espaciosa, estaba muy decorada con el blanco y el negro, me dio hasta risa pensar que de quien era, era colocolino.

De pronto entraron las dos personas que faltaban, miré con más detenimiento a la chica, era joven y muy hermosa, tenía el pelo tomado en un tomate que traía un poco desordenado y también tenia lentes, pero igual, la mina estaba entera rica.

También miré al otro chico, este parecía tener como mi edad, tenia el pelo negro y tecleaba con velocidad en su celular.

-Tengo el contenido de las cámaras de seguridad, ya identifiqué a todos los que le tocaron un pelo a Bastian, sólo falta quien envió el falso pañuelo.- Dijo la chica que se había dirigido a un escritorio.

Abrió una laptop que estaba encima de éste y conectó su celular, se sentó en la silla.

-¿Quienes son ustedes?- Preguntó mi hermana mirando a todos los tipos con desconfianza.

Las personas no contestaron, miré al Pipe que se mantenía concentrado, él al parecer sintió mi mirada así que me miró.

-Mis hermanos.- Respondió por ellos, empezó a tratarme las heridas de mi rostro y cabeza.

Todos permanecimos en silencio, igual me lo esperaba, todos tenían una similitud, prácticamente sus ojos, así que no me sorprendí.

-Catorce, Doce, y Diez.- Murmuró Cristián apuntando a cada uno, al parecer Catorce era la chica, doce el otro chico y diez Dylan.

-Bastian, ¿Tienes el pañuelo aún?- Preguntó Doce.

-En mi mochila.- Respondí.- ¿Cómo saben mi nombre?.- Agregué.

-Ayer no sé que le dio al Pipe que después de tanto tiempo sin hablarnos hizo que nos juntáramos y nos empezó a hablar de ti.- Respondió Dylan, elevé la ceja.

-Cállate.- Dijo el Pipe, sonreí.

-Prácticamente no había quien lo callara.- Agregó Doce.

-¡Oye yapo! ¡Era secreto!- Dijo el Pipe mirando a éstos, me enderece rápidamente y le di un beso en la mejilla, él se sobresaltó y bajó la mirada sonrojado.

Pocas veces lo veía sonrojado, al parecer lo pillé desprevenido.

-Lindo.- Susurré para él, rodó los ojos bajando un poco su mirada y siguió tratando ahora mis antebrazos, que con el golpe de la silla me dolió mas que la mierda.

-¿Donde habías estado todo el día, Pipe?- Preguntó Janny.

-Aquí.- Respondió sin mirarla.

-Entonces...-

-Yo le avisé al Pipe.- Dijo el Dylan, Janny lo miró durante unos segundos y bajó su mirada.

Calmao, esa mirada la conozco.

Al parecer el Ruso también vio la reacción de la Janny con el hermano del Pipe, porque instintivamente los dos nos miramos, yo lo miré un poco asustado en cambio él me miro con una sonrisa y una papada, reí.

-¿Cómo se llaman?- Preguntó el Ruso.

-Enrique, pueden decirme Kike.- Respondió Doce.- Ella se llama...-

-Aquí se puede ver a alguien tratando de abrir el casillero.- Le interrumpió la chica, miré. Ella había dado vuelta su laptop para que todos en la sala vieran la pantalla.

En ella se veía como efectivamente un weon trataba de abrir mi casillero con múltiples llaves, de pronto una llave si le hizo.

Candado culiao ordinario.

El tipo era alto, vestía de negro como perkin, na' el culiao agresivo, no se le veía la cara, se notaba que podría fácilmente tener una estatura como la del Pipe, su postura y sus gestos se parecían tanto a él.

Mucho.

Me asusta.

Dejé mis pensamientos de lado, no, el Pipe nunca haría eso, no pensi' weas Bastian, es tu pololo, además estai grande y ediondo como para andar desconfiando de tu mino, osea ubicate.

De un momento a otro noté que el Ruso se metía a mi mochila y sacaba el pañuelo, vi que intercambiaba miradas con el Dylan y mi mejor amigo se lo tiró para que éste lo agarrara al instante.

Lo analizó durante unos minutos con la atenta mirada de parte de la mayoría de los weones que estábamos en ese momento ahí.

Hasta ahora no había notado que el Pipe ya había terminado de tratar mis heridas y ahora se dedicaba a jugar con los dedos de mis manos, o simplemente entrelazaba nuestros dedos para después separarlos unos minutos mas tarde y volverlos a juntar.

Eran gestos muy tiernos, me hacían sonreír y sentirme la persona mas feliz del mundo, me emocionaba mucho.

Una tos que claramente era falsa me saco de mi transe, me había quedado mirando al Pipe como un idiota, pero a él parecía no molestarle, sólo me sonreía tiernamente.

-Este pañuelo es viejo, quién te lo envió o ya había recibido uno o alguien que lo recibió se lo dio.- Dijo Dylan mirándome fijamente, sentí como el Pipe se acercaba mas a mí, su hermano apartó la mirada.

-¿Por qué se lo enviarían al Basti?- Preguntó el Ruso.

-Eso es fácil de deducir, antes de la muerte de nuestro padre M.C4 eran un grupo de weones despiadados, sin miedo a las consecuencias de los malos actos, obviamente teníamos enemigos.- Dijo Catorce, cuyo nombre aún desconocía.

-¿Y el Basti que tiene que ver?

-Once era el líder, en esos tiempos no había forma de dañarlo, alguien que conoce al Pipe y sabe que es Once, utilizó al Basti para dañarlo.

-Osea que...

-Eres mi debilidad.- Dijo el Pipe interrumpiendo mis palabras.

Ándale.

Flaite. [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora