Capítulo 35: El Retorno.

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Felipe.

Al día siguiente ya estaba listo para volver al liceo, igual me sentía nervioso pero no tanto. Me encontraba en mi departamento, como ya todo había vuelto a la normalidad y no era necesario quedarme en la casa de mi hermana, ya había desayunado y aún era temprano, por lo que decidí irme caminando, tomé mis cosas, me abrigué un poco y salí de mi casa.

La verdad hubiera preferido irme con el Basti, pero tampoco quería despertarlo, ayer se había dormido muy tarde viendo videos de terror, lo sé porque cuando desperté vi sus estados y casi todos eran de él webiando en su casa a la hora del pico, hasta estaban sus amigos ahí, capaz hasta a la ouija jugaron.

Mientras caminaba empezó a sonar mi celular, no me faltaba poco para llegar al colegio, contesté sin mirar la pantalla.

-¿Qué?- Pregunté simplemente.

-Yiaaa' que volá, no me hablí' así.- Escuché a mi pololo decir por el otro lado del celular, reí.

-Lo siento amor, no vi quien me llamaba.- Me disculpé, él se rio un poco.

-¿Nos vamos juntos?- Preguntó.

-Ya estoy aquí, cariño.- Respondí, él bufó.

-Buuu...-

-¿Quieres que te vaya a buscar?- Pregunté.

-No pa' que, ¿Qué hora es?- Habló él en un bostezo, por eso no quería que fuera, acababa de despertar.

-Las 7:45.- Respondí luego de ver la hora.

-Chemimaire...- Dijo.- ¡Conchetumare! Yayaya, chao te veo después, te amo, te adoro y toa' la wea, lo' vimo'.- Se despidió, no alcancé a responder ya que me colgó, reí entrando al colegio.

Varias personas en la entrada me quedaron mirando y empezaron a murmurar entre ellos, no era algo nuevo por lo que los ignoré y seguí mi camino, después de unos minutos sentí como unos brazos me rodeaban por los hombros, lo miré.

-Buena hermano.- Dijo el Martín, le sonreí en modo de saludo.

-¿Cómo estás?- Pregunté, él se encogió de hombros.

-Bien, supongo, hace poco recibí una carta de amor y...-

-Era de broma.- Le interrumpí, él dejó de abrazarme por los hombros de golpe y me golpeó el hombro.

-No weon, la wea es que estaba firmada y todo.- Dijo, elevé la ceja.

-¿De quién era?- Pregunté.

-De un weon llamado Benjamín Sanchez, ¿Lo cachai?- Respondió, fruncí el ceño confundido.

Ahora que planea este weon.

-Si, pero no lo pesqui'.- Le dije, él bostezó, no parecía importarle.

-Bueno, igual no tenía planeado hacerlo, sólo quería saber quien era.- Dijo, asentí convencido de que él ni siquiera le hablaría, así es él.

-Te lo muestro.- Dije, él asintió.

Empezamos a caminar hacia la sala que nos tocaba la primera hora, al llegar entré junto a él y ahí estaba la pesadilla de mi pareja, nos miró durante unos segundos y siguió con lo que estaba haciendo, al parecer mi amigo en ningún momento lo miró por lo que golpeé levemente su brazo llamando su atención.

-Ahí está.- Dije señalandolo y lo suficiente fuerte como para que hasta él mirara hacia aquí, mi amigo lo quedó mirando durante unos segundos.

-Ah...- Murmuró, luego puso una notable cara de molestia.- Weon, ¿podrías dejar de poner basura en mi casillero? La wea molesta.- Agregó hacia el Benjamín, era bastante cruel decir que sus cartas eran basura pero mentiría si dijera que no me causó gracia.

El Benjamin frunció el ceño dejando de lado su papel de weon tierno, demostrando que le había molestado, algo tramaba con sus cartas. Me senté en el último asiento y el Martín se sentó al frente de mi, ya que sabía que el Basti se sentaría junto a mi.

Segundos después llegó Janny y se sentó al lado de Martin, luego como si fuera llamado, entró el Basti agitado junto con sus amigos, al verme prácticamente se lanzó a mis brazos y se sentó junto a mi, reí. Minutos mas tarde empezamos a hablar todos en grupo, el profe aún no llegaba, al parecer éste faltaría, el sonido de la puerta me atrajo, miré y de ella estaba entrando la ex del Basti, la quedé mirando y al parecer ella sintió mi mirada, por lo que me miró durante unos segundos y volvió a salir de la sala, claramente esta weona me odiaba.

La hermana del Basti empezó a actuar al segundo, ella también salió de la sala, al parecer el plan que había ideado mi pareja ya estaba en curso, toqué el hombro de mi mejor amiga, ya le había comentado esto antes, por lo que asintió y salio de la sala también.

Miré al Basti, él parecía bastante entretenido jugando con mis manos, no lo molesté, me daba ternura mirarlo así, luego, él sin saber que lo estaba mirando, soltó mis manos para después abrazarme metiendo sus manos por debajo de mi chaqueta, esto ya era una costumbre de su parte, le empecé a acariciar el pelo, ya lo tenía bastante largo y bonito, me puse a pensar en lo bonito que el Basti era a mis ojos, tenía una nariz muy bonita, unas pestañas largas y unos ojos brillantes que siempre me miraban con amor, era perfecto.

Él se dio cuenta de que lo estaba mirando, nos miramos durante unos segundos sin decir nada ni hacer ningún gesto, solo nos miramos, tanto así que hasta llegue a dejar de escuchar las voces de mis amigos hablando entre ellos, pareciera que sólo existíamos él y yo, cosa que no me importaba en lo absoluto, por mi, yo pasaría toda mi vida solo admirandolo. El Basti sonrió de forma leve, luego me dio un pequeño beso en la mejilla para acurrucarse contra mi pecho, cerró los ojos y empecé a acariciar más su pelo, hasta que se quedó dormido. Minutos después sentí como el celular del Basti vibraba, no le tomé importancia, era su celular después de todo, no lo iba a tomar sin que él esté despierto y consciente, sé que a él no le importaría, pero lo hago por respeto.

Luego mi celular empezó a sonar por dentro de mi chaqueta, el Basti se removió incomodó y metió la mano en el bolsillo en el que se encontraba, no alcancé a mirar quien me llamaba y él contestó.

Que es barsa.

-¿Qué?- Respondió, reí levemente porque así mismo le había contestado yo.

-¿Estás en el celular del Pipe, Basti?- Escuché la voz de mi mamá, reí mucho más cuando el Basti se enderezó rápidamente.

-N-No, hola señora.- Dijo nerviosamente, yo volví a atraerlo hacia mí, quería estar con él aún y quería escuchar que hablaba con mi madre.

-Hola lindo, solo llamaba para saber como estaba mi hijo, pero ahora al saber que está contigo, está muy bien, ¿No?- Dijo ella, vi como el rostro de mi pololo se sonrojaba violentamente.

-Si, esta bien...- Murmuró.

-Bueno, pásenla bien.- Dijo mi mamá para después cortar, miré al Basti unos segundos, iba a hablarle pero sentí como la puerta de la sala se abría de golpe.

De ella entró la hermana del Basti junto a mi mejor amiga, ambas estaban desordenadas y agitadas, hasta Janny tenia la nariz sangrando y Katherine el labio, claramente se habían agarrado por ahí, dudo que entre ellas, se acercaron a nosotros.

-¿Viste mi mensaje?- Preguntó la hermana del Basti hacia él, él sacó su celular desbloqueandolo al segundo.

-Recién.- Respondió.

Flaite. [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora