Capítulo 28

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Lentamente todos quedaron liberados, Lucy sonrio al ver que ellos tenían todo controlado y luego volvió a poner su rostro serio.
-Cuando lo diga quiero que todos ataquen -ordeno Harry- luego vamos por Peter..

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Zoey estaba en la oficina de Dumbledore con un mapa, tanto muggle como mágico, miraba de un lado a otro buscando a los chicos, toda la Orden estaba reunida en el despacho. De un momento a otro la mente de Zoey se quedo en blanco y sus ojos perdieron todo color, su piel se torno amarillenta y su cabello se volvió gris. Todos la miraban estupefactos, incluso Dumbledore. Comenzaron a llamarla para sacarla de ese trance (si se le podía llamar así), pero su mente estaba volando a miles de kilómetros de donde estaba su cuerpo.
Podía ver a los chicos en medio de una pelea, trato de buscar más para saber donde se encontraban.. pero al parecer estaban bajo tierra, trato de que su mente subiera hasta ver algo que ella conociera y cuando lo hizo se quedo paralizada.
-Los.. encontré -fue lo primero que dijo cuando pudo volver a su estado normal

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-¡Suéltame! -grito Peter a Annabeth
Se quedo paralizado cuando vio que el cuerpo de la chica se transformaba en una enorme abeja, mas grande incluso que una morsa. Saco su espada y comenzo a quererla alejar de él, pero sus enormes alas lo hacían perder el equilibrio y a empujarlo haca atrás.
-Yo siempre consigo lo que quiero -dijo Annabeth con una curiosa voz, entre un silbido, un grito o un sollozo- y te quiero a ti
Peter se volteo y enterró la espada en el tallo de la flor, de esta comenzo a brotar pus color negro y a llenar todo lo que tenia adentro.
-No, no, no -murmuraba Peter
Volvió a enterrar la espada y a cortar lo mas rápido que podía, pero al parecer habían capas y capas de pétalos, por lo que no pudo avanzar mucho.
-¡Diffindo! -grito y eso fue lo único que necesito para poder salir

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-¡Atrás! -grito Hermione
Lo que la atacaba parecía entre un hombre-lobo y un oso polar. No dudo en convocar un puñal de plata y enterrarlo en su corazón, de un momento a otro su mano estaba llena de sangre, miraba de un lado a otro viendo como sus amigos eran atacados por diferentes lados.
Un curioso sonido se escucho tras ella y al voltear vio a Peter caer de espalda y levantarse para defenderse de una gran abeja gigante. La cual debía ser la hija de Viridiana. Su sangre comenzo a hervir, no pensó en nada y salio en ayuda de Peter.
-Mejor no te acerques amor -le dijo Peter quien acababa de esquivar el aguijón de la chica
-Ella me las va a pagar -dijo Hermione y comenzo a atacar

Harry estaba peleando contra Viridiana, no perdía de vista a sus amigos y veía que Peter estaba a salvo y defendiendo a Hermione, clavo sus verdes ojos en los de Hiedra Venenosa y la miro con profundo odio, había tratado de herir emocionalmente a su mejor amiga.. su hermana y el no lo toleraba.
Un enorme rayo apareció en el centro de la cueva y de el salieron Tonks, Remus, Belén, Clemence, Aslan, Dumbledore, Zoey y McGonagall. Al ver la situación en la que se encontraban los chicos comenzaron a atacar, Harry se sorprendió al ver a Zoey, la chica que les había parecido débil y vulnerable cuando la habían conocido, ahora peleaba con cuatro a la vez. Draco no se separaba de ella, como si quisiera protegerla de cualquier ataque que ella no pudiera ver.
-¡Belén! -grito Edmund con visible horror- ¿qué rayos haces aquí?
-No estaba dispuesta a dejarte solo antes y no estoy dispuesta a hacerlo ahora -respondió la rubia mirando a su novio
Por otro lado Clemence corrió hacia Ron y se puso a su lado, Ron solo la miro y sonrio antes de protegerla de un buen golpe de parte de una estatua de piedra.
-Más cuidado ¿si corazón? -dijo Ron dulcemente
Harry no miraba a nadie mas que a Viridiana, sabia que Ginny estaba bien.. después de los entrenamientos sabia que su novia había mejorado muchísimo. Pero, todo cambio cuando oscuras sombras comenzaron a salir desde la oscuridad de la cueva, el frió se apodero de su cuerpo y comenzaba a fluir por él como una maldición.
-Dementores -susurro al tiempo que su aliento se podía ver en el aire
En el rostro de Hermione se reflejo el terror de sentir de nuevo a los Dementores, miro a Peter y después a todos los Pevensie restantes, ninguno estaba acostumbrado a este tipo de sensaciones, era la primera vez que lo vivían a carne propia.
-¡Expecto Patronum! -gritaron diez voces al mismo tiempo y el frió comenzo a irse cuando diferentes tipos de Patronus se movían al rededor de todos
El perro de Ron perseguía al gato de McGonagall, el fénix de Dumbledore volaba tras el ciervo de Harry, la nutria de Hermione giraba al rededor del conejo de Zoey, el lobo de Remus tenia una carrera contra la loba de Tonks y el dragón de Draco volaba junto al águila de Ginny. Los dementores se alejaron lentamente y pronto sus entrecortadas respiraciones no se escucharon más.
Justo cuando Harry estaba dándose un respiro después de todo lo que había sucedido figuras encapuchadas aparecieron a la mitad de la cueva, y en el centro de esas figuras, formadas perfectamente aparecieron dos mas grandes, una vestida de negro y otra vestida de blanco.

Harry Potter: El Misterio de los HerederosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora